Bruselas

May gana la última batalla por el control del Brexit

Evita in extremis una revuelta de los «tories» proeuropeos con más concesiones al Parlamento.

Theresa May sale de su coche oficial a su regreso a Downing Street tras la votación
Theresa May sale de su coche oficial a su regreso a Downing Street tras la votaciónlarazon

Evita in extremis una revuelta de los «tories» proeuropeos con más concesiones al Parlamento.

La «premier» Theresa May volvió ayer a salvarse «in extremis» de una rebelión de los «tories» pro UE. En la tramitación del proyecto de ley del Brexit, la Cámara de los Comunes rechazó una enmienda que preveía otorgar al Parlamento la última palabra en caso de que o bien no se llegue a un acuerdo de salida con Bruselas o bien el acuerdo sea rechazado finalmente en Westminster.

Por apenas 319 votos frente a 303, la Cámara Baja eliminó una cláusula que había reintroducido la Cámara de los Lores y que diversos diputados del Partido Conservador habían amenazado con respaldar, en contra de la disciplina de voto de su formación. Como ya viene siendo habitual, para evitar la revuelta, en el último minuto –literalmente– el Ejecutivo se comprometió a otorgar a los diputados la posibilidad de pronunciarse sobre sus planes en caso de que para el 21 de enero de 2019 no se hayan pactado todavía los términos de la salida. Si se llega a ese escenario, el Gobierno prevé presentar ante los Comunes y los Lores una moción «neutral» sobre sus propósitos.

En un principio, May pretendía que los ministros tan sólo informaran de la situación. Pero, presionada por los «tories» eurófilos, ayer se vio obligada a anunciar que el presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, tendrá la capacidad de dictaminar si se pueden presentar enmiendas a esa declaración. Ese matiz es clave para los rebeldes pro UE, ya que abre la puerta a que, en caso de que no haya acuerdo, se vote una enmienda que obligue al Gobierno a regresar a la mesa de negociaciones.

El ex fiscal general británico Dominic Grieve, líder del grupo de conservadores rebeldes, anunció su apoyo a la postura del Gobierno pocos minutos antes de la votación tras esa concesión. «Aunque con algunas dificultades, más de las que esperaba, hemos obtenido finalmente el reconocimiento obvio de la soberanía de esta Cámara sobre el Ejecutivo», señaló el «tory», que la semana pasada ya capituló en la votación de una moción en términos similares.

La Cámara de los Lores volverá ahora a examinar por tercera vez el proyecto de ley con el que se derogará la norma de 1972 que dictó la entrada de Reino Unido en las instituciones comunitarias y se transpondrán a la legislación británica buena parte de las leyes europeas. Se espera que la normativa esté lista a finales de julio. De momento, May gana tiempo. Pero en algún momento deberá poner las cartas sobre la mesa y definir qué tipo de ruptura busca. El ministro del Brexit, David Davis, afirmó ayer que Londres debe conservar la potestad de levantarse de la mesa sin firmar un pacto, aunque recalcó que su objetivo es acordar los términos del divorcio durante este año.