Reino Unido

May presenta la ley para derogar las normas europeas

El proyecto acabará con la primacía del derecho comunitario sobre el británico.

La «tory» Theresa May cumplió ayer su primer año en Downing Street
La «tory» Theresa May cumplió ayer su primer año en Downing Streetlarazon

El proyecto acabará con la primacía del derecho comunitario sobre el británico.

El Gobierno de Theresa May presentó ayer en el Parlamento el proyecto de la Ley de Derogación, que consiste en poner fin a la primacía del derecho europeo sobre el británico. Una vez entre en vigor, se anulará el Acta de Comunidades Europeas de 1973. Al mismo tiempo que se produce esta revocación –planeada para marzo de 2019–, gran parte de las leyes europeas se «convertirán» en leyes británicas. Esto sucede porque al retirarse el acervo comunitario se produciría un vació legal en Reino Unido, ya que este no posee leyes propias sobre temas como regulación ambiental, derechos de los trabajadores o servicios financieros.

David Davis, ministro del Brexit, aseguró ayer que este proyecto hace que el país sea capaz de dejar la Unión Europea de manera tranquila y ordenada, «trabajando juntos por el interés nacional. Podemos asegurar que tendremos un sistema legal completamente funcional el día que dejemos la UE». Según la BBC, un informe de la Cámara de los Lores ha calificado el texto como uno «de los mayores proyectos legislativos que jamás se han llevado a cabo en Reino Unido». Además se prevé que se tengan crear hasta 1.000 piezas normativas.

Aunque el proyecto se presentó ayer ante los Comunes, la ley será debatida en otoño después de que los distintos partidos políticos hayan tenido el suficiente tiempo para evaluar el contenido y decidir si van a presentar enmiendas. Los primeros en poner obstáculos y en avisar de que no va a ser un proyecto fácil de sacar adelante han sido los laboristas.

La formación de Jeremy Corbin ha asegurado que votarán en contra de la ley si May no realiza «importantes cambios». Keir Starmer, portavoz de los laboristas sobre el Brexit, dijo ayer que la ley «se queda corta en todos los aspectos, no cumple los propósitos». Corbyn dejó claro que los laboristas lucharán para que se garanticen todos los derechos de los trabajadores.

Pero no sólo Corbyn se mostró desafiante, los galeses y escoceses han acusado al Gobierno de que este proyecto supone un ataque. Nicola Sturgeon, primera ministra de Escocia, aseguraba ayer que este proyecto de Ley de Derogación no dará ni un solo poder a Escocia, Gales o Irlanda del Norte. Sturgeon apuntó que la ley no permitirá a estas regiones legislar sobre ciertos asuntos. Los últimos en unirse a esta lista han sido los liberal demócratas. Según «The Independent», el partido, que pidió un segundo referéndum sobre el Brexit, advierte de que haría de la aprobación de este proyecto un «infierno» para el Gobierno.

Mientras, May que cumplía ayer un año en Downing Street, confesaba en la BBC que tras los resultados electorales del 8 de junio se sintió «devastada» y llegó a derramar «una pequeña lágrima» después de que su marido la abrazase. La «premier» relató que fue Philip el que la avisó del resultado, ya que ella es supersticiosa y prefirió no seguirlo. «Supuso un ‘shock’. Me llevó algunos minutos reaccionar», contaba May, que aseguraba que no se arrepentía de haber convocado elecciones. La líder «tory» perdió 22 escaños, lo que la alejó de la amplia mayoría que buscaba tras haberlas convocado. Si la tarea de sacar adelante el Brexit es dura, tras la perdida de esta mayoría, May se enfrenta a un auténtico infierno.