Videos

May, primera mandataria en reunirse con Trump

La «premier» pide a Trump que no se retire del mundo para evitar un «eclipse de Occidente»

Donald Trump y Theresa May en el Despacho Oval
Donald Trump y Theresa May en el Despacho Ovallarazon

La «premier» pide a Trump que no se retire del mundo para evitar un «eclipse de Occidente», al tiempo que le aconsejó «tener cuidado» con Vladimir Putin

La primera ministra británica, Theresa May, llegó hoy a la Casa Blanca para reunirse con el presidente de EEUU, Donald Trump, con quien tratará de definir los contornos de un acuerdo comercial bilateral y conversará sobre la cooperación transatlántica en defensa, entre otros temas.

La «premier» Theresa May se reúne hoy con Donald Trump, convirtiéndose así en la primera mandataria en ser recibida por el nuevo presidente de EE UU. Durante la reunión abordarán un futuro acuerdo comercial entre Londres y Washington, así como la cooperación transatlántica en Defensa. En este sentido, la líder «tory» recalcó que se «pondrán los intereses y los valores británicos primero». «Buscamos un acuerdo con EE UU, como lo haremos con otras partes del mundo, que incremente nuestro comercio y lleve prosperidad a todos los rincones de Reino Unido», señaló.

May planea que Londres abandone a principios de 2019 el mercado único europeo, que elimina los aranceles comerciales entre sus miembros, y ha dejado en el aire su continuidad en la unión aduanera comunitaria, que establece tarifas comerciales comunes con terceros países. Aunque Bruselas ha alertado a May de que no puede formalizar tratados comerciales bilaterales antes de acordar las condiciones de salida de la UE, la primera ministra ha señalado que su objetivo en Washington es explorar las «primeras fases» de un futuro tratado.

Anoche, en un discurso en Filadelfia, May llamó a «renovar la relación especial» entre EE UU y Reino Unido, pero también subrayó la importancia de las alianzas multilaterales y pidió a Trump que no se retire del mundo para evitar un «eclipse de Occidente», al tiempo que le aconsejó «tener cuidado» con Vladimir Putin.

Antes de volar rumbo a Washington, la «premier» presentó en Westminster el proyecto de ley con el que se quiere solicitar de manera formal la salida de Reino Unido de UE. El Gobierno obedece así la decisión del Tribunal Supremo, que el martes ratificó el fallo del Tribunal Superior recalcando que May debía contar con la autorización del Parlamento para activar el artículo 50 del Tratado de Lisboa. Con el fin de cumplir el calendario que la propia líder «tory» se ha autoimpuesto para comenzar las negociaciones con Bruselas a finales de marzo, el Gobierno quiere ahora aprobar el proyecto de ley por la vía rápida. Y en este sentido, tal y como se esperaba, el texto presentado ayer es corto y conciso. En concreto, 137 palabras divididas en dos cláusulas. Por un lado, se solicita a sus señorías «conferir el poder a la primera ministra para notificar, bajo el artículo 50(2) del Tratado de la Unión Europea, la intención de Reino Unido de salir de la UE». Por otro, se añade que «tendrá efecto a pesar de cualquier provisión realizada por o bajo la Ley de las Comunidades Europeas de 1972 o cualquier otra promulgación».

El líder conservador en los Comunes, David Lidington, informaba a los diputados de que sólo contarán con cinco días para debatir el texto. Las formas no gustaron a los laboristas, que consideran «un escándalo» estas prisas para debatir «la decisión más importante en generaciones», y tampoco agradaron a algunos lores del propio partido del Gobierno, que no entienden por qué May quiere empezar tan pronto a discutir el divorcio.

La discusión de la ley se plantea ahora como un verdadero problema para el líder de la oposición, Jeremy Corbyn, quien, tras la revuelta interna de verano, podría ver de nuevo en peligro su liderazgo. El laborista anunció ayer que impondrá a sus filas el grado mayor de disciplina de voto para que apoyen el proyecto de ley, pero unos 60 rebeldes están ahora dispuestos a desafiarle. Ayer, ya dimitió la primera diputada.