Ejército de Alemania

Baja moral, radios desfasadas y 10 años para comprar un casco: el duro informe sobre el ejército alemán de la "defensora del soldado"

Un informe de la comisionada de las Fuerzas Armadas del Bundestag, Eva Högl, revela las carencias defensivas del país

El ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, conversa con soldados durante su visita a la zona de entrenamiento del Ejército en Altengrabow
El ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, conversa con soldados durante su visita a la zona de entrenamiento del Ejército en AltengrabowDPA vía Europa PressDPA vía Europa Press

Eva Högl es la comisionada designada por el Parlamento alemán para supervisar el estado de las fuerzas armadas de Alemania. Muchos le llaman "la abogada de los soldados". Esta semana presentó su informe anual correspondiente a 2022 sobre la situación de las fuerzas armadas alemanas, conocidas como Bundeswehr, y el diagnóstico ha sido calificado como demoledor. Wolfgang Hellmich, el experto en defensa del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), ha dicho que después de 30 años de recortes y complacencia alemana llevará décadas restaurar las capacidades bélicas terrestres del país.

Según Högl, existe una necesidad urgente para actuar en todas las áreas y la necesidad de acabar con la baja moral de las tropas. Los soldados necesitan las mejores mochilas, cascos adecuados y, sobre todo, nuevas radios digitales ya que las viejas tienen 30 años. La comisionada sintetizó su mensaje en tres líneas: ineficiencia logística, resaca pospandémica e inercia burocrática del Ministerio de Defensa alemán, y puso sobre la mesa muchos de los principales errores y carencias del Ejército alemán y la dificultad de modernización en plena guerra de Ucrania.

Uno de los dardos más habituales del informe presentado esta semana en el Bundestag (cámara baja alemana) es la falta de fondos "para todo, para contratar personal y para realizar compras". Es inaudito porque el canciller Olaf Scholz anunció a principios de 2022, tras la invasión rusa de Ucrania, la creación de un fondo adicional de 100.000 millones de euros para reforzar la defensa del país. Eva Högl denuncia que esa cantidad prometida se ha quedado en papel mojado. "Lamentablemente, tengo que decir que en 2022 no se ha gastado ni un euro ni un céntimo por este fondo especial ", dijo.

De ese fondo especial solo se ha utilizado una mínima parte para la adquisición de armas. Hasta ahora, la industria armamentística apenas ha recibido pedidos por valor de 1.000 millones de dólares del gobierno federal, a pesar de que más de 10.000 personas trabajan en la oficina de adquisiciones de la Bundeswehr, denunció Högl.

El informe de la comisaria -que es del mismo partido que el canciller, el SPD socialdemócrata- pone numerosos ejemplos de lo mal acondicionados que están las instalaciones militares del país: "Demasiados cuarteles en Alemania están en condiciones lamentables" y advierte de que si no se dan prisa llevará "alrededor de medio siglo" modernizar la infraestructura de la Bundeswehr.

También critica la lenta burocracia que rige el sistema de adquisiciones dentro de las fuerzas armadas. Por ejemplo, se necesitaron diez años para tramitar una compra de un modelo de casco para un piloto de helicóptero utilizado por EEUU. Proporcionar cámaras modernas al equipo de medios tardó siete años. Un equipo para un laboratorio de biología para la escuela de defensa NBC en Sonthofen estuvo desaparecido seis años y no fue respuesto. Según Högl todos estos productos estaban en el mercado y se podían haber comprado antes,

Con la guerra de Ucrania el escenario ha cambiado tanto que Alemania no ha tenido más remedio que hacer introspección: “La defensa del país y de la alianza vuelve a ser la tarea central de la Bundeswehr”, dijo Högl en la presentación de su informe anual. "La Bundeswehr tiene muy poco de todo. Y ha tenido aún menos desde el 24 de febrero de 2022", dijo la comisaria de las Fuerzas Armadas. Para colmo de males, el número de soldados ha disminuido en el último año, pasando de 183.695 en 2021 a 183.051 efectivos en 2022.

La falta de personal es un problema creciente porque las fuerzas armadas alemanas han aumentado su presencia en el flanco este de la OTAN. A partir de 2025, con al menos 30.000 soldados alemanes tendrán que estar disponibles de forma permanente para los requerimientos de la alianza atlántica, lo que restará capacidad de alcance de la Bundeswehr para desplegarse en conflictos en otros continentes. Högl citó el ejemplo de la Marina, que ha sufrido mucho por las medidas de austeridad de las últimas décadas y exige prioridades.

Durante años, dentro de las fuerzas armadas muchos han criticado la inoperancia de sus estructuras. Se ha dicho que las viejas radios de 30 años que usan los soldados alemanes en los ejercicios conjunto dentro de la OTAN hacen de ellos un caso insólito, teniendo en cuenta que se trata de uno de los países más ricos de la Unión Europa. Otro informe reciente denunciaba que la munición almacenada actualmente solo daría para un máximo de 2 días en caso de un ataque al territorio alemán. Otra crítica habitual es la falta de equipamiento militar con un alto porcentaje de armas inservibles y obsoletas, que van desde tanques y helicópteros estropeados sin reparar hasta rifles que no disparan correctamente.