Médicos Sin Fronteras: «La postura de Europa en inmigración es cínica»

Médicos Sin Fronteras (MSF), al igual que todos aquellos que trabajan en el Mediterráneo para preservar la vida humana, está desbordado. El tráfico de llamadas de teléfonos vía satélite, no cesa. Entidades como MSF patrullan el Mare Nostrum desde hace meses, en coordinación con Italia, para realizar todos los rescates posibles al norte de Libia. «Sólo el mar puede de verdad decir cuántas personas han muerto», explicaba ayer Paula Farias, coordinadora operativa de MSF en el Mediterráneo. No contenta con la situación admite: «La postura de la Unión Europea es cínica en relación a la cuestión migratoria». Según ella, «el Mediterráneo se convierte en un mecanismo de selección natural, cuando, por otro lado, la UE tiene desarrollados derechos para proteger y acoger a estas personas como refugiados». Cada vez que hay alguna muerte en una de las zonas marítimas con más presencia militar del mundo, surgen las dudas acerca de si, efectivamente, todos los esfuerzos que se están haciendo para evitar la muerte en mar son suficientes.

Desde comienzos de mayo, Médicos sin Fronteras opera en el Canal de Sicilia bajo la coordinación de la Central Operativa de la Guardia Costera italiana y en colaboración con la Armada irlandesa o sueca. Lo hace con tres barcos de cierta capacidad: el Bourbon Argos, el Phoenix (en colaboración con la ONG maltesa MOAS) y Dignity One, que zarpó esta primavera de Barcelona.

Más allá de las Fuerzas Armadas de los Estados de la Unión Europea, hay unas contadas ONG que participan, de forma más o menos simbólica y siempre de forma coordinada con las autoridades italianas, en la actividad de salvamento de seres humanos frente al límite o incluso dentro de la zona contigua del espacio marítimo libio. Una de estas ONG se llama SeaWatch, una iniciativa alemana que se dedica principalmente al avistamiento de embarcaciones en el Canal de Sicilia para colaborar en la señalización de las eventuales presencias de barcos con abordo migrantes en dificultad. Giorgia Linardi, responsable legal, afirma que «es importante que la sociedad civil esté presente, demostrando su preocupación hacia quien busca mejor suerte. Para conseguir cambiar las cosas, aunque sea poniendo foco en la cuestión, tenemos que dar ejemplo».

«Atendiendo a la disciplina teórica de las relaciones internacionales, con la intervención de ONG al lado de las Fuerzas Armadas de los diferentes Estados miembros de la Unión Europea ante la costa de Libia, estamos observando, progresivamente a un proceso de empoderamiento de la sociedad transnacional frente al tradicional sistema político-diplomático en un contexto de conflicto», advierte Linardi.