Sáhara
Medios saharauis cuestionan el resultado del reciente congreso del Frente Polisario
Consideran que los nuevos nombramientos se ajustan más a intereses propios que a los del pueblo saharaui
El reciente congreso del Frente Polisario, el que fue reelegido Brahim Ghali, se ha cerrado en falso en algunos aspectos importantes, según se deduce de un artículo publica en el influyente digital Ecsaharaui.
Considera que el nuevo gobierno de la República Araba Saharaui democrática (RASD) “estará sometido a una gran presión y escrutinio público debido a las circunstancias excepcionales por las que atraviesa el pueblo saharaui y su causa, entre las cuales destaca la lucha por la liberación en el siglo XXI, una realidad que exigía un gobierno de guerra que dirija todos los esfuerzos y herramientas hacia ella en conjunción con una expansión diplomática”.
Subraya que los relevos ministeriales, aunque hayan afectado a carteras importantes con Exteriores e Interior, no pasan de ser una mera “rotación de sillas” entre los mismos líderes de la vieja guardia, y en otros casos una resucitación política de dirigentes cuestionados”. “El Ministerio de Información también se mantiene intacto pese a las voces cada vez más extendidas pidiendo una política mediática para difundir la justa causa saharaui y enfrentar las intoxicaciones y manipulaciones marroquíes”.
“Otra cartera que deja muchas dudas, ya que es más propia y adecuada para políticas de posguerra y no en situación de conflicto armado, es la del Ministerio de Construcción y Reconstrucción de los Territorios Liberados, una zona de guerra abierta de la que el mismo gobierno evacuó a sus civiles en 2021. Si el pueblo saharaui se encuentra en lucha armada desde Noviembre de 2020, ¿qué sentido tiene un Ministerio para edificar los territorios liberados si el ocupante marroquí los ha hecho inhabitables con sus ataques aéreos? ¿No sería más práctico dedicar el presupuesto, recursos y personal al esfuerzo de guerra para atajar los ataques marroquíes?”. “Desde su puesta en marcha, su desempeño es prácticamente nulo, solamente ha estrechado contactos con oenegés españolas sin materialización alguna sobre los territorios liberados. Con solo una actividad institucional realizada en tres años, es difícil defender la existencia y mantenimiento de este Ministerio, que supone un lastre teniendo en cuenta el decisivo momento de lucha por el que atraviesa la causa”, subraya.
“En líneas generales el nuevo gobierno saharaui conserva sus rostros pese a que aún es reciente para evaluar su desempeño en estos próximos tres años. No obstante, dado que se trata de rescatados y reubicados dirigentes veteranos con una amplia trayectoria en el Frente Polisario, la experiencia nos reflejó mucho acerca de su incapacidad y resultados obtenidos a lo largo de las décadas”, critica.
“El pueblo saharaui fue paciente y ejerció la máxima moderación y lealtad a su único y legítimo representante para salvaguardar sus derechos inalienables, demandó reformas integrales y estructurales sobre la base de la eficacia y eficiencia demostrada, concretamente sobre aquellos puestos de responsabilidad personificados con el paso del tiempo. Algunas de las reivindicaciones más sonadas del XVI Congreso fueron intensificar la lucha armada, el relevo generacional, la situación interna, el estancamiento, el despilfarro, la reducción de cargos, el ámbito diplomático y la información, depositando grandes expectativas en un gobierno a la altura del desafío actual”.
Y concluye: “la pregunta razonable y resultante de los recientes nombramientos del nuevo gobierno es si estos obedecen al interés nacional o blindan intereses en un notable contraste entre el lema del XVI Congreso y su práctica. La impresión es que las preocupaciones de los líderes pesaron más que las exigencias de los ciudadanos”.
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