Mélenchon, el político pirómano que asume la violencia urbana en Francia y culpa a los ricos de las algaradas

La ola de vandalismo y violencia urbana en Francia ha sido condenada casi de forma unánime por toda la clase política nacional. Solo un dirigente se ha resistido a criticar firmemente la insurrección de miles de jóvenes que ha dejado cientos de comercios destrozados y decenas vehículos quedamos en señal de protesta por la muerte del joven Nahel, de 17 años y de origen argelino, el pasado martes, cuando se saltó un control policial en Nanterre, a las afueras de París. Jean-Luc Mélenchon, fundador de La France Insoumise (LFI), ha dicho que los ricos y poderosos son de alguna manera responsables de estos enfrentamientos al haber desestabilizado la sociedad. “Los ricos ya no quieren vivir con otros. Tienen sus barrios fortificados, sus medios de transporte, sus hospitales”, dijo.

Desde el inicio de las algaradas el pasado martes, Mélenchon había advertido de que "la escalada de seguridad conduce al desastre", una referencia al aumento del despliegue policial de hasta 40.000 agentes para tratar de contener una ola de ira y saqueo en toda Francia protagonizada por jóvenes, muchos de ellos descendientes de familias de inmigrantes.

Su postura ha sido criticada por la derecha, pero también por la izquierda. Es verdad que Mélenchon expresó este domingo su "repudio absoluto" al atentado con coche en la casa del alcalde de L'Haÿ-les-Roses (Val-de-Marne), en el que la mujer y los hijos del alcalde resultaron heridos tras estampar los alborotadores un coche contra el domicilio y prenderle fuego. Pero "todos somos responsables de una situación que es ante todo un gigantesco maltrato social en determinados barrios de nuestro país, y un sistemático maltrato policial de determinadas poblaciones", respondió Mélenchon.

Desde la izquierda, los partidos de la Nueva Unión Popular Ecológica y Social (Nupes), la coalición de partidos de izquierda en la Asamblea Nacional que acoge a socialistas, comunistas y ecologistas, han criticado a Mélenchon porque se ha negado a hacer un llamamiento a "la calma" echando más leña al fuego con sus declaraciones. El mandatario izquierdista tampoco quiso plantear la responsabilidad de los alborotadores que cometen actos de violencia. “Son los pobres los que se están levantando”, dijo el ex candidato a las presidenciales, que considera que la policía “es en parte responsable de la situación”. A su juicio, “es el que lleva la autoridad el que lleva la responsabilidad".

Cuando le critican por no llamar a la calma para evitar una nueva escalada, él responde: "El papel de un político no es llamar a la calma sino tratar de conseguir la calma, y para ello, solucionar los problemas que se presentan". Melenchon recordó que los diputados de la LFI "han presentado un proyecto de ley" para derogar una medida adoptada en 2017 por iniciativa del exministro socialista del Interior, Bernard Cazeneuve, que establece que la policía y los gendarmes pueden "usar sus armas en caso de absoluta necesidad y de manera estrictamente proporcionada".

También han sido duramente criticados sus comentarios en los que pidió a los jóvenes alborotadores que "no tocaran" las escuelas ni las bibliotecas. Mélenchon ha subrayado que "nunca había dicho" que "el resto podría quemarse", como algunos han "deducido". En otro comentario, el líder izquierdista fustigó la propuesta del presidente Emmanuel Macron, quien apeló a "la responsabilidad de los padres de mantener a sus hijos en casa" para evitar actos vandálicos. "Desprecia a las personas, no las quiere", dijo Mélenchon sobre el jefe del Estado.

Éric Zemmour, presidente del partido ultra Reconquest, ha dicho que “Mélenchon es hoy el hombre de este electorado islamoizquierdista, la encarnación de este electorado que quiere derribar e islamizar Francia”. “Cuando tienes miles de jóvenes, entre 16 y 25 años, que se lanzan contra la policía, algunos les disparan con armas de caza o incluso Kalashnikov, que queman ayuntamientos y escuelas, que saquean grandes almacenes, puedes ver claramente que estamos en un escenario de guerrilla", añadió.