Guerra en Gaza
Un ataque israelí dirigido contra el número dos de Hamás en Gaza causa la muerte de al menos 90 personas
Netanyahu reconoce que «no es absolutamente seguro» que la operación haya eliminado a Mohammed Deif, uno de los autores intelectuales del atentado del 7 de octubre
El sábado amaneció con noticias de un ataque en las inmediaciones de Jan Yunis, hacia el sur de la Franja de Gaza. Fuentes palestinas reportaban más de treinta muertos; fuentes israelíes, más de veinte. Las cifras palestinas fueron en aumento hasta setenta y el Ejército israelí se apresuró a informar que su objetivo había sido el esquivo jefe militar de Hamás y arquitecto del 7 de octubre, Mohammed Deif, y el tercero de la organización, el comandante de la Brigada Jan Yunis, Rafaa Salameh. Sin embargo, primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reconoció a última hora de la tarde que «no es absolutamente seguro» que ambos hayan sido alcanzados.
Desde la sede del Ministerio de Defensa en Tel Aviv, donde compareció para valorar el ataque, Netanyahu explicó que dio luz verde a la operación tras cerciorarse de que no había rehenes en la zona. El primer ministro elogió a los servicios de inteligencia y presumió de que la ofensiva se pudo llevar a cabo porque «rechazaron las numerosas presiones» internas y externas para poner fin a la guerra antes de alcanzar sus objetivos: «destruir a Hamás, liberar a los rehenes» y eliminar cualquier amenaza futura de Gaza.
Deif había sobrevivido siete intentos de asesinato por parte de Israel. Se sospecha que ambos líderes de Hamás fueron alcanzados por cinco bombas de una tonelada cada una mientras se encontraban con otros miembros de la organización en un edificio bajo entre el área de Al Mawasi y Jan Yunis, y no en un túnel. Pero tampoco una zona humanitaria, señaló el Ejército israelí. En las fotos difundidas por los militares israelíes del antes y el después del ataque, se aprecia un gran cráter en un lugar en el que no hay tiendas de campaña en los alrededores y sí un complejo de edificios bajos escondido entre árboles.
Al Mawasi está designada por Israel como zona humanitaria. Pero el Ejército hebreo puntualizó que el edificio atacado no estaba en un campamento de tiendas de campaña para palestinos desplazados, sino en un complejo vallado de Hamás dentro de un entorno civil. Varias docenas más de agentes del grupo islamista palestino también se encontraban en la zona del lugar cuando fue atacado, incluidos los guardias de Deif y Salameh, dijeron fuentes militares. Sin embargo, las fotografías y vídeos provenientes de Gaza mostraban cuerpos de niños y ancianos, supuestamente en ese lugar.
Hamás desmiente
Hamás negó que Deif hubiera sido tocado por fuego israelí. «Las acusaciones israelíes son una tontería y pretenden justificar la horrible masacre. Todos los mártires son civiles y lo que ocurrió fue una grave escalada de la guerra de genocidio, respaldada por el apoyo estadounidense y el silencio mundial», declaró el portavoz de Hamás, Sami Abu Zuhri, quien añadió que el ataque demostró que Israel no está interesado en alcanzar un acuerdo de alto el fuego. Además de los más de 70 muertos que reportaba Hamás, indicó que casi 300 personas resultaron heridas.
Deif, de 58 años, ha sido comandante de las Brigadas Izz al-Din al-Qasam durante más de dos décadas. Fue uno de los arquitectos del ataque de contra Israel el 7 de octubre que mató a más de 1.200 israelíes, secuestró a más de 250 y desencadenó la guerra en curso en Gaza. Estaba en la lista de los más buscados de Israel desde 1995 por su participación en la planificación y ejecución de una gran cantidad de ataques terroristas, incluidos muchos atentados con bombas en autobuses en los años 1990 y principios de los años 2000. El ataque del sábado se llevó a cabo poco tiempo después de que el Ejército israelí obtuviera información de inteligencia sobre el paradero de los dos líderes, según fuentes de las FDI.
Después del ataque, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, celebró una reunión de evaluación con el jefe del Estado mayor de las FDI, Herzl Halevi, y el director de la agencia de seguridad interna Shin Bet, Ronen Bar. Este intento de asesinato se produce en medio de informes de avances en las negociaciones israelíes con Hamás, mediadas por Qatar, Egipto y Estados Unidos, sobre un acuerdo de alto el fuego y liberación de rehenes a cambio de prisioneros palestinos.
Einav Zangauker, madre del secuestrado Matan Zengauker, durante una marcha hacia Jerusalén exigiendo un acuerdo para liberar a los rehenes, comentó sobre el intento de asesinato: «Aunque todos apoyamos la venganza contra los asesinos de Hamás, no debe hacerse a expensas de nuestros queridos o la oportunidad de traerlos a casa». «Estamos muy cerca de un acuerdo y esto podría estallarnos en la cara», añadió, instando a Netanyahu a no «enterrar a los rehenes». La oficina del primer ministro emitió un comunicado diciendo que el mandatario había dado «una directiva permanente para eliminar a altos cargos de Hamás» al comienzo de la guerra.
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