Crisis migratoria en Europa
Merkel busca en Turquía al mejor aliado para frenar la ola migratoria
La canciller visita Estambul y promete más ayuda económica y acelerar las conversaciones para su ingreso en la UE.
El origen de la crisis de los refugiados que huyen a Europa no se encuentra sólo en la guerra de Siria, sino en las políticas de acogida de los países vecinos. El altísimo número de desplazados sirios que copan Turquía o Líbano hace insostenible la vida para aquellos millones que han tenido que abandonar sus hogares y sus vidas en el país árabe tras un lustro de conflicto civil y violencia yihadista. Por ese motivo, la canciller alemana, Angela Merkel, viajó ayer a Turquía para ayudar a aliviar la situación de los refugiados en este país, que acoge a más de dos millones de sirios. La primera visita de la líder germana en más de dos años y medio se enmarca además en un clima de tensión en el país euroasiático, en vísperas de unas controvertidas elecciones generales que se celebran el 1 de noviembre y con la guerra siria y el terrorismo castigando a diario su seguridad.
Tampoco es el mejor momento para la canciller alemana, a la que la ola de inmigrantes le ha generado una crisis dentro de su propio partido y también con los Estados federales, superados por la avalancha migratoria. Merkel defendió que para reducir la llegada de refugiados sirios a Europa no sólo hay que ayudar económicamente a Ankara para que se haga cargo de ellos, sino que también se debe hallar vías de traslado legal hacia la UE y acelerar el proceso de adhesión turca a la Unión Europea. Tras reunirse en Estambul con el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, Merkel subrayó que «la migración ilegal no es una solución. Un país en solitario no puede asumir la emigración o la huida de gente en dificultades. Debemos tener una migración regulada y coordinada y debemos ver formas de apoyar a Turquía y para posibilitar una migración regulada hacia la Unión Europea».
En este sentido, la mandataria alemana dijo que esta migración ordenada debe acordarse «entre Gobiernos, y no pagando a los traficantes el dinero que podríamos necesitar para proporcionar educación a los hijos de los refugiados o acceso a la salud». «Hay que dar más legalidad a un proceso que ahora es demasiado ilegal», opinó la canciller.
En lo que va del año, la agencia europea que controla las fronteras de los Veintiocho, Frontex, ha estimado que más de 710.000 refugiados e inmigrantes, principalmente de Medio Oriente y África, entraron en la UE, una cifra muy superior a la del año pasado. Las costas turcas se han convertido en la puerta de salida de decenas de miles de sirios que buscan encontrar refugio en Europa y se lanzan desesperados en embarcaciones precarias para cruzar a las islas del sur de Grecia. Las mafias turcas se están enriqueciendo a costa del drama de los sirios y se embolsan diariamente cientos de miles de euros para cruzar ilegalmente a los sirios por el Egeo, en embarcaciones que en muchas ocasiones terminan naufragando.
Ankara espera también contrapartidas por ampliar su apoyo en la crisis de los refugiados: espera negociar una exención de visado y la reactivación del proceso de adhesión a la Unión Europea. Además de ayudas económicas para sufragar los campos de refugiados. El pasado viernes, los jefes de Estado y de Gobierno de la UE acordaron un plan de acción con Turquía que prevé la entrega de 3.000 millones de euros y la negociación de la liberalización de visados para los ciudadanos turcos, así como el desbloqueo de las negociaciones de acceso del país euroasiático al club comunitario. Sobre este asunto, Merkel admitió que esta suma no saldría de los fondos que la Unión ya ha asignado a ese país. «Turquía quiere dinero aparte, yo lo entiendo, entendemos que es dinero añadido [a las partidas de adhesión comunitaria] y así lo hablaremos», señaló la canciller.
Respecto a la negociación de la adhesión a la UE, Merkel también hizo varias promesas. Propuso abrir los capítulos 17, 23 y 24 del proceso, referidos a la política financiera, la justicia y las libertades fundamentales. «Los demás capítulos pueden seguir después. Necesitamos el acuerdo de todos, pero vamos a defender esta postura ante Chipre», prometió la canciller, en referencia a la posibilidad de que cualquier miembro de la UE bloquee las negociaciones. Merkel recordó que hay nuevas negociaciones en marcha en este conflicto que deseó sean «exitosas».
El otro tema a discutir es la exención de visados para los ciudadanos turcos, que se lleva negociando desde hace años y que está vinculada al compromiso de Ankara de aceptar la devolución de refugiados o inmigrantes que hayan cruzado desde Turquía a países del espacio Schengen de libre circulación europeo. Este aspecto podrá aplicarse completamente a partir de junio, aseguró Davutoglu. El acuerdo ya está en vigor, pero sólo en lo referido a la devolución de ciudadanos turcos, recordó Merkel, mientras que aún falta aplicarlo a personas de terceros países que hayan transitado por Turquía. Hasta entonces, Alemania se compromete acelerar la «liberalización» de visados dentro del margen del que dispone, prometió la canciller.
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