Política

Elecciones en Alemania

Merkel, la continuidad de la ortodoxia

La Razón
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La reelección de Merkel ha sorprendido por el respaldo de los votantes, desde luego no se esperaba una victoria tan contundente. La urnas alemanas han premiado con una aplastante victorias sus decisiones, me atrevería a decir que la forma en que ha conducido la crisis europea les ha gustado y ha sido fundamental en la votación. Después de las elecciones surge la reflexión sobre si Merkel es una buna baza para España. Cierto es que durante mucho tiempo Alemania ha gestionado con mano dura la crisis. Muchos, yo mismo, le hemos pedido mayores medidas de flexibilidad, sin embargo no ha sido muy proclive a esos gestos. Europa partía de una situación caótica en lo que es la economía, Alemania ante el despilfarro ha impuesto una importante disciplina presupuestaria, ha obligado a los países a pasar por el aro de las reformas y con cuentagotas va cediendo a algunas demandas en cuanto a medidas expansivas como es el caso del déficit para España. En su descargo hay que decir que Alemania no nos está exigiendo medidas que ese país, mucho antes de la crisis, no hubiera llevado a cabo. Si miramos la famosa Agenda 2010 encontraremos que mucha de las medidas son las que previamente se habían tomado en aquel país, medidas que han llevado al país germano a ser casi un espejismo dentro del desierto europeo. Cierto es que queda pendiente una mayor unión para las instituciones económicas y financieras europeas, como son Eurobonos o la Unión Bancaria, mayores fondos para el desarrollo y el impulso del crecimiento en países con situaciones muy complicados, también asumir que Grecia no podrá pagar y está abocado antes o después a algún tipo de quita en su deuda pública. Pero Alemania de forma gradual va abriendo la mano en las peticiones, este mismo fin de semana el BCE nos anunciaba la posibilidad de una nueva intervención cuantitativa o de aumento del dinero para que llegue a Pymes, quizá en este sentido una coalición con los socialdemócratas alemanas permitiría una mayor flexibilidad en las medidas a tomar todavía por los países europeos. Pero también hay que decir que hay algo que con Merkel tenemos asegurado, para bien o para mal, la ortodoxia de sus medidas, será ella la que recordará a algunos países que los compromisos de ajuste deben cumplirse, que no caben medias tintas y por supuesto que el espíritu reformista no puede detenerse.

Miguel A. Bernal Alonso

Profesor y Coordinador del dptol de investigación del IEB.