Alemania

Merkel y Schulz acceden a renovar sus partidos para acallar a los críticos

La canciller promete nombrar a ministros jóvenes y el SPD designa hoy a una nueva líder

El carnaval de Düsseldorf representa a la canciller alemana, Angela Merkel, como una enorme araña que devora a sus rivales políticos
El carnaval de Düsseldorf representa a la canciller alemana, Angela Merkel, como una enorme araña que devora a sus rivales políticoslarazon

La canciller promete nombrar a ministros jóvenes y el SPD designa hoy a una nueva líder.

«Alemania se enfrenta a una gran colisión». «Merkel seguirá siendo canciller en 2111». Estos y otros lemas fueron ayer los protagonistas del «Rosenmontag» (lunes de las rosas). El día más importante del carnaval alemán tuvo como protagonistas a la canciller y al líder del Partido Socialdemócrata (SPD), Martin Schulz, pero desde el punto de vista más mordaz. En Düsseldorf, Angela Merkel estuvo representada como una araña que acaba de devorar a sus rivales políticos, cuyos nombres aparecen escritos en calaveras y algunos metros por detrás. En otra carroza una gigantesca trituradora devoraba a Schulz. En la ciudad de Maguncia, Merkel fue simbolizada como una enorme tortuga que portaba un letrero en el que podía leerse «La última de su clase».

Tras semanas de negociaciones y varios días en los que las críticas y las diferencias han copado la actividad de los dos principales partidos, el pueblo respondió con fiereza y sarcasmo la actitud de socialdemócratas y conservadores. Más crítico si cabe fue «Der Spiegel», que definió como «pesadilla» y «un apocalipsis zombie» la posibilidad de que Merkel, tal y como aseguró el domingo por la noche en una entrevista, cumpla su promesa de permanecer la legislatura completa al frente del Gobierno.

La crisis y las fuertes presiones internas sacuden a ambos partidos sin haber arrancado la legislatura. En la Unión Cristianodemócrata (CDU), la afirmación de la canciller de que en la lista de nuevos ministros «no estarán representados sólo mayores de 60 años» fue interpretada mayoritariamente con un necesario nuevo impulso tras doce años en el poder. Una posibilidad que fue recibida de forma positiva en el partido. Así, el jefe del Ejecutivo del estado federado de Sajonia, Michael Kretschmer, se congratuló ayer de que haya «personas nuevas que tengan un papel» y subrayó que de lo que se trata ahora es de «lograr un Gobierno estable para este país». La CDU presentará en dos semanas una lista con los futuros ministros para su votación, algo que habían reclamado también las juventudes conservadoras y que su líder, Paul Ziemiak, calificó de «buena señal».

En el otro bando, la ex ministra de Trabajo Andreas Nahles podría ser elegida hoy nueva secretaria general del SPD. Sustituiría a Schulz, quien renunció por la presión interna tras menos de un año en el cargo. El nombramiento oficial de Nahles deberá ser refrendado en un congreso más adelante, pero el SPD ha optado por hacer el relevo lo antes posible porque considera que así es más difícil que sus más de 460.000 militantes voten en contra del acuerdo de Gobierno en la votación que se celebrará en las próximas semanas y cuyo resultado se conocerá el 4 de marzo.

Nahles, de 47 años, hereda una formación dividida, desorientada y víctima de una gran crisis de identidad que, sin embargo, ha sabido sacar rentabilidad a su peor resultado electoral garantizándose los ministerios con mayor peso en el futuro Gobierno germano, entre ellos los de Finanzas y Exteriores. Por primera vez en sus 154 años de historia, el SPD estaría comandado por una mujer y uno de sus principales cometidos será reconstruir una formación hecha pedazos tras el terremoto originado por su antecesor. «Con Andrea Nahles vamos a tener a una presidenta que además será jefa del grupo parlamentario, lo que garantiza también que el SPD continuará teniendo visibilidad en el Gobierno», dijo ayer el secretario general, Lars Klingbeil.

Por el momento, el partido sigue hundiéndose en las encuestas. En la última, publicada ayer por el diario «Bild», el partido vuelve a caer medio punto y se sitúa en un 16,5%, a escaso punto y medio de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), tercera fuerza con un 15% en estimación de voto. La Unión de Merkel sale también mal parada de este sondeo. Pierde un punto y queda en el 29,5%.