¿Metralla de un misil? Los agujeros en el fuselaje del avión de Kazajistán sugieren que fue derribado por Rusia

El avión de pasajeros de Azerbaijan Airlines que se estrelló cerca de la ciudad de Aktau, en Kazajstán, el día de Navidad, parece haber sido víctima de un ataque por parte de Rusia cuando trataba de repeler una ofensiva de drones ucranianos sobre Grozni. El aparato, un Embraer 190, realizaba un vuelo de Bakú (Azerbaiyán) a Grozni (Chechenia) con 69 personas a bordo, incluidos cinco miembros de la tripulación.

El avión siniestrado fue desviado hasta esta ciudad kazaja, junto al Mar Caspio, después de serle denegado el permiso para aterrizar primero en el aeropuerto de Grozni, su destino, y luego en el de la localidad rusa de Majachkalá. Sin embargo, tras sufrir un incidente en pleno vuelo chocó contra el suelo en pleno aterrizaje de emergencia a tres kilómetros del aeropuerto de Aktau. En el accidente murieron 38 personas y 29 resultaron heridas, muchas de ellas de gravedad.

Las aerolíneas azerbaiyanas y la Agencia Federal de Transporte Aéreo de Rusia aseguraron el miércoles que el avión “chocó con una bandada de pájaros”, y que tras ese incidente, el capitán decidió hacer un aterrizaje de emergencia en Aktau, a 400 kilómetros de Grozni. Sin embargo, más tarde se reveló que uno de los tanques de oxígeno del avión explotó. Esta revelación, junto con el desvío significativo del avión de su ruta prevista y la aparición de agujeros en el fuselaje ha alimentado las teorías de que el avión pudo haber sido alcanzado por un misil antiaéreo ruso. Se recuerda que Moscú derribó con un misil hace diez años un Boeing 777 que volaba de Ámsterdam a Kuala Lumpur mientras sobrevolaba territorio ucraniano. Murieron las 298 personas que iban a bordo del MH17.

La OTAN ha reclamado una "investigación exhaustiva" sobre el siniestro mientras el Kremlin ha pedido cautela antes de sacar conclusiones. Desde Ucrania están convencidos de que el accidente ha sido un derribo intencionado del ejército ruso. En la misma línea, dos fuentes del Gobierno azerbaiyano en condiciones de anonimato han asegurado a la agencia Efe este jueves que el avión fue alcanzado por un misil antiaéreo ruso. Asimismo, aseguraron que las autoridades no permitieron el aterrizaje de emergencia solicitado por los pilotos del Embraer 190 en aeropuertos rusos y lo desviaron en dirección a la ciudad de Aktau, en Kazajistán, para lo cual tenía que volar sobre las aguas del mar Caspio. Según el la agencia progubernamental Caliber.Az, el misil utilizado contra el avión fue un Pantsir-S.

Blogueros militares rusos y algunos analistas de aviación han señalado que la zona sobrevolada por el avión había sido militarizada por las fuerzas rusas y que Grozni estaba siendo atacado por drones ucranianos en el momento del accidente. Pero sobre todo resaltan que los agujeros en el fuselaje se asemejan a los daños causados por la metralla de un misil.

Por su parte, el jefe del Centro de Lucha contra la Desinformación del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Andri Kovalenko, también cree que "la explosión de un misil de defensa aérea dañó el avión y desactivó sus sistemas”. “Rusia tenía que cerrar el espacio aéreo sobre Grozni, pero no lo hizo”, subrayó Kovalenko refiriéndose a los riesgos creados por el ataque con drones que estaba ocurriendo en Grozni en ese mismo momento. Los agujeros en el fuselaje del avión que aparecieron durante el vuelo y que pueden verse en las imágenes de los pasajeros no podrían haber sido causados por pájaros, como informaron inicialmente fuentes rusas, señaló el mando ucraniano.

Mientras tanto, el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa telefónica diaria, ha insistido en que hay que “esperar hasta que acabe la investigación” y ha afirmado que “sería un error formular hipótesis antes de las conclusiones de la investigación. Nosotros, por supuesto, no lo haremos y nadie debería hacerlo”.

Imágenes impactantes del accidente circulan en internet, mostrando al avión en un pronunciado descenso antes de estrellarse contra el suelo en una bola de fuego. Otras imágenes muestran parte del fuselaje arrancado de las alas y el resto del avión tendido boca abajo en la hierba. Además, se han publicado videos tomados dentro del avión inmediatamente después del accidente, mostrando a los pasajeros heridos y pidiendo ayuda en medio del fuselaje destrozado.

A pesar de la tragedia, hay noticias alentadoras: al menos 29 personas sobrevivieron al accidente y han sido hospitalizadas. Las autoridades kazajas confirmaron que cuatro cuerpos han sido recuperados y la búsqueda de más supervivientes continúa. El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, quien se encontraba en Rusia para una cumbre, expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y deseó una pronta recuperación a los heridos.

Uno de ellos es Subkhonkul Rakhimov, que volaba de Ekaterimburgo a Grozni con traslado a Bakú. Rakhimov, según los medios Mash y Baza, sobrevivió al accidente ya que estaba en la cola del avión, tal y como se puede ver en un vídeo que circula por los canales rusos de Telegram. El pasajero dijo que también se salvaron las personas sentadas a su alrededor.

Las autoridades azerbaiyanas han enviado una delegación a Aktau para llevar a cabo una investigación in situ. Mientras tanto, el debate sobre la causa del accidente continúa, con especulaciones que apuntan a un posible derribo por parte de Rusia como una posibilidad inquietante.