Desapariciones

México retoma la búsqueda de los 43 estudiantes de Iguala

Las Fuerzas de Seguridad mexicanas excavan desde el martes en otro vertedero del Estado de Guerrero.

Soldados mexicanos buscan desde el martes a los 43 estudiantes de Igualada en este basurero de Tepecoacuilco
Soldados mexicanos buscan desde el martes a los 43 estudiantes de Igualada en este basurero de Tepecoacuilcolarazon

Las Fuerzas de Seguridad mexicanas excavan desde el martes en otro vertedero del Estado de Guerrero.

Importantes novedades en el caso Ayotzinapa. Las autoridades mexicanas han comenzado la búsqueda de los 43 estudiantes normalistas en un nuevo punto del estado de Guerrero, cuando se cumplen cinco años de su desaparición. Las labores de búsqueda comenzaron este martes en el vertedero de Tepecoacuilco, un basurero distinto al que concentró las primeras investigaciones.

El lugar se encuentra a 12 kilómetros de la ciudad de Iguala en Guerrero, donde los normalitas de Ayotzinapa fueron vistos con vida por última vez. Desde el domingo permanecía custodiado por personal militar, según informó El Sur de Acapulco y este martes arrancaron las pesquisas encabezadas por la Fiscalía General de la República (FGR), tal como pudo comprobar La Razón.

Un miembro del grupo de investigadores, a su llegada al basurero, confirmó a este medio que el objetivo de la búsqueda eran los estudiantes desaparecidos y varios integrantes de la Comisión de la Verdad designada para el caso afirmaron que la información que condujo a este lugar se ha obtenido mediante escuchas telefónicas. Los padres de los estudiantes han sido informados por las autoridades del inicio de la nueva búsqueda y se mantienen a la espera de resultados, tras cinco años sin conocer el paradero de sus hijos.

El amplio operativo de búsqueda llegó al basurero en una decena de vehículos de la fiscalía y la policía federal. Allí esperaba la custodia militar y dos excavadoras del ejercito que removieron tierra y retiraron basura en un camión de carga. También instalaron varias carpas para facilitar el trabajo de los peritos que previsiblemente continuará en los próximos días. Hasta el momento no hay constancia de que hayan aparecido restos humanos.

El inicio de esta nueva búsqueda es la novedad más importante del caso en los últimos años y arroja un rayo de esperanza tras muchas irregularidades y una larga parálisis que han desembocado en el naufragio del caso en los tribunales. Hasta el momento han sido liberados 77 de los 142 acusados por las negligencias cometidas por la antigua fiscalía del ex presidente Enrique Peña Nieto (tortura y violación del debido proceso). La nueva fiscalía del presidente Andrés Manuel López Obrador también ha sido señalada por no aportar nuevas pruebas y permitir que algunos acusados saliesen en libertad.

La búsqueda en Tepecoacuilco es el primer gran movimiento en el caso desde que López Obrador es presidente y creó la Comisión de la Verdad para esclarecer dónde están los 43 normalistas y qué pasó con ellos. La anterior administración quiso cerrar el caso con la llamada “verdad histórica” que el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) demostró falsa, con el posterior aval de Naciones Unidas y de la propia justicia mexicana, que en junio de 2018 ordenó rehacer la investigación porque “no fue pronta, efectiva, independiente ni imparcial”.

El relato oficial decía que los estudiantes habían sido incinerados en otro basurero diferente, el de Cocula, tras ser entregados por la policía a un grupo criminal. El basurero de Cocula, también se encuentra cercano a Iguala, pero en una dirección contraria al lugar donde se busca ahora, en una de las rutas que podrían haber tomado los secuestradores según los informes del GIEI.

Hoy se cumplen 5 años de la desaparición de los normalistas de la escuela Normal Rural isidro Burgos. Habían viajado a Iguala para tomar autobuses con los que pensaban viajar a Ciudad de México para participar en los actos de recuerdo de la matanza de estudiantes el 2 de octubre de 1968 en la capital mexicana. Una práctica que realizaban cada año. Cuando ya se habían hecho con los autobuses y conducían de regreso a la escuela fueron interceptados por policías y tiroteados. Tres normalistas fallecieron esa noche, una veintena fueron heridos y 43 permanecen en paradero desconocido. Una de las principales hipótesis sostiene que los autobuses tomados por los estudiantes transportaban heroína y eso desencadenó la respuesta violenta de las fuerzas de seguridad.