Elecciones en Reino Unido
Miliband: El ariete del viejo laborismo que «mató» a su hermano
Ed Miliband se convirtió en líder del Partido Laborista contra todo pronóstico en 2010. Era su hermano David, quien había ejercido como ministro de Exteriores en el Gobierno de Gordon Brown, el que partía como favorito. Ed le ganó por poco más de un punto gracias al apoyo de los sindicatos. Sus detractores le bautizaron como el Forest Gump de la política británica. No gozaba de especial «telegenia» y tuvo que someterse a una operación para corregir el sonido nasal de su voz. Poco a poco, ha ido consiguiendo el apoyo de sus propias filas y la simpatía del electorado llegando a ser algunas semanas el político más popular en los sondeos. Su partido aún no despierta confianza en materia económica. Si se convierte en «premier», ha prometido que sus políticas no implicarán endeudamiento adicional y que su programa estará centrado en reducir el déficit, aunque de forma más pausada.
De pequeño, le gustaba ver «Dallas». Era su manera de desconectar mientras su hermano mayor David y su padre, Ralf, un marxista convencido de origen polaco que había llegado a Londres escapando de los nazis, discutían de política. En su casa no se hablaba de otra cosa. El salón era el punto de encuentro de intelectuales de izquierdas. Los dos pequeños siempre merodeaban y muchos aún recuerdan cómo Ed era capaz de hacer el cubo de Rubik en 1’ 20’’. Su infancia y su juventud giraron en torno a la sombra de su hermano. Sus caminos sólo se separaron en 1994, cuando Tony Blair tomó las riendas del laborismo. Ed se fue al lado de Brown. El escocés siempre estuvo orgulloso de su discípulo y cuando se convirtió en «premier» le nombró ministro de Medio Ambiente y le pidió la difícil tarea de redactar el manifiesto electoral. Ed sabía que aquellos comicios estaban perdidos. Fue entonces cuando empezó a rumiar la idea de presentarse como nuevo líder.
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