Al menos 17 fallecidos en un ataque de la artillería de Rusia durante la visita de Antony Blinken a Kyiv

Cada día puede convertirse en el último para los habitantes de la región de Donetsk que intentan continuar con sus vidas en medio de los combates que se libran en la línea del frente de la región. 17 personas murieron y 32 resultaron heridas después de que la artillería rusa atacara un concurrido mercado en la ciudad de Kostyantynivka, a unos 25 kilómetros de Bajmut, en la tarde del miércoles. Según la fiscalía general, veinte comercios, líneas eléctricas, un edificio administrativo y un edificio de apartamentos resultaron dañados mientras los testigos vieron cuerpos cubiertos tirados en la calle y autos carbonizados.

El ataque mortal ocurrió en el 80º aniversario de la liberación de la ciudad de los invasores nazis durante la Segunda Guerra Mundial, señalaron en Ucrania. Mientras Rusia afirma estar llevando a cabo la «desnazificación» del país, continúa matando a los residentes, muchos de ellos de etnia rusa y de habla rusa, de la misma región que dice proteger.

Un vídeo de las cámaras de seguridad muestra una calle estrecha plagada de vehículos estacionados y llena de quioscos que se ve envuelta en llamas después de una sola explosión. «Los terroristas rusos atacaron un mercado, tiendas y una farmacia, matando a personas inocentes», escribió el presidente ucraniano Volodimir Zelenski. «Cualquiera en el mundo que todavía esté lidiando con algo ruso simplemente ignora esta realidad. Maldad atroz. Maldad descarada. Total inhumanidad», subrayó, señalando que «este mal ruso debe ser derrotado lo antes posible».

En declaraciones a la prensa después de dar la bienvenida a la primera ministra danesa, Matte Frederiksen, Zelenski dijo que el ataque se produjo exactamente cuando «tienen lugar ciertas medidas ofensivas positivas de las Fuerzas de Defensa de Ucrania», en referencia a los avances ucranianos cerca de Bajmut en el este y cerca de Verbove y Novoprokopivka en el sur.

Las fuerzas de defensa han tenido un «éxito parcial» al sur de Bajmut al expulsar al enemigo de sus posiciones y asegurar nuevas, según el último informe del Ejército ucraniano. Rusia ha seguido empleando la aviación en el intento de detener los avances de Ucrania en Zaporiyia. Sin embargo, el Ejército del país invadido «continúa la operación ofensiva en dirección a Melitopol, destruyendo al enemigo y liberando paso a paso los territorios ocupados». Ucrania combina las operaciones de asalto de sus unidades con la destrucción metódica de la artillería rusa, con 36 sistemas destruidos en las 24 horas anteriores, según estimaciones oficiales ucranianas.

«Hemos visto buenos avances en la contraofensiva ucraniana», afirmó Antony Blinken, secretario de Estado estadounidense, que visitó Kyiv. Se espera que Blinken pase la noche en la capital y se reúna con Zelenski y otros políticos y funcionarios de alto nivel. Afirmó que su principal tarea es «demostrar nuestro firme apoyo a Ucrania».

Su visita es la más destacada de un oficial de EE UU desde el inicio de la contraofensiva en curso. Se espera que Blinken anuncie un gran paquete de ayuda militar durante la visita, por valor de hasta 1.000 millones de dólares. Podría incluir municiones de uranio empobrecido, utilizadas por los tanques Abrams estadounidenses, que se espera lleguen a Ucrania este mes.

Mientras tanto, Ucrania ha recibido oficialmente a su nuevo ministro de Defensa, el tártaro de Crimea, Rustem Umerov. «Nuestro principal objetivo es la victoria. Nuestros defensores son el valor más alto y la primera prioridad», tuiteó Umerov después de que su candidatura fuera aprobada por 338 miembros del Parlamento.

El ministro prometió hacer «todo lo posible e imposible por la victoria de Ucrania, cuando cada centímetro de nuestro país y cada uno de nuestro pueblo sean liberados». Prometió que Ucrania devolvería «una vida normal y digna» a las ciudades ucranianas que actualmente están ocupadas por Rusia. Alrededor del 18% del territorio de Ucrania sigue bajo control ruso, aunque Ucrania ha logrado liberar la mitad de lo que Rusia capturó al comienzo de la invasión a gran escala.

También este miércoles, Rumanía admitió que supuestos trozos de drones han aparecido en el territorio de este país miembro de la OTAN, cerca de la frontera con Ucrania, y que podrían pertenecer a los lanzados en un ataque ruso nocturno del domingo al lunes, lo que según Klaus Iohannis, el presidente del país sería «grave».

De confirmarse, «estaríamos ante una situación completamente inadmisible y extremadamente grave», declaró el presidente Iohannis, durante una conferencia en Bucarest. El ministro de Defensa rumano había confirmado poco antes que un equipo de investigadores había hallado trozos de metal sospechosos en la zona del Delta del Danubio.