Crisis migratoria en Europa

Mogherini avisa: «Esta crisis ha venido para quedarse»

Federica Mogherini, jefa de la diplomacia europea
Federica Mogherini, jefa de la diplomacia europealarazon

La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, pidió un poco de perspectiva a los líderes europeos en la crisis de refugiados. La italiana lanzó ayer un discurso emotivo apelando a la moralidad de todos los Estados miembros y a los candidatos a formar parte de la UE, porque todos están «en el mismo barco». «Turquía ha acogido dos millones de refugiados y nosotros estamos batallando por 60.000», declaraba Mogherini en el Consejo de Exteriores que se celebró en Luxemburgo. Turquía es uno de los países que más refugiados ha acogido, seguida de Líbano, que cuenta con 1,1 millones de sirios y Jordania, con más de 600.000.

Ante la importancia de estas cifras, la Alta Representante ha pedido a los Veintiocho que valoren qué significa pertenecer a la Unión Europea y cuáles son sus valores. Un proyecto como la UE debería ser capaz de ponerse de acuerdo ante un desafío de una magnitud tan humanitaria como la que lleva consigo la crisis de los refugiados.

«Tenemos que estrechar aún más nuestra cooperación sin entrar en un juego de culpas, seamos miembros, candidatos o instituciones. Estamos viviendo eventos dramáticos y no es una emergencia sino una urgencia. Y cuanto antes lo aceptemos políticamente y psicológicamente antes podremos gestionarlo», indicó.

Mogherini reconoció que no se trató de un consejo fácil y pidió solidaridad a los jefes de Estado y de Gobierno para aquellos que están escapando de la guerra, «porque se trata de una inmigración de personas que buscan refugio, no de la inmigración económica». En este sentido, insistió en que se respeten los Derechos Humanos y los valores europeos. «Cada vez está más claro que es algo que no afecta a uno u otro Estado sino a todos los Estados... antes era un asunto de Italia, España o Malta pero ahora está localizado en Grecia, Hungría, Alemania... y podría tocar a otros Estados miembros a no ser que nos demos cuenta de que llegan a Europa y no a un Estado u otro. Nos ha costado meses darnos cuenta de esto», señalaba Mogherini, quien añadió que es un suceso dramático que «está aquí para quedarse».

La obligatoriedad de las cuotas sigue enfrentando a los países. Para algunos la solidaridad debe quedar en el lado de la voluntariedad y no aceptarán, como es el caso de Hungría, la República Checa o Polonia, acoger un porcentaje de refugiados acordado por Bruselas. Estos tres países siguen empujando para defender las fronteras porque aseguran que no tiene sentido aplicar cuotas cuando entran en Europa miles de personas cada día.

Respecto a la posibilidad de construir centros de refugiados fuera de Europa, Mogherini también fue muy clara. Se necesitarían muchos recursos para construirlos y podría acarrear la desestabilización de los países donde se instalen. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, pidió que los centros de recepción se construyan cerca de las zonas de conflicto, donde ya existen campos de refugiados.