Guerra

Moscú suspende los vuelos en sus aeropuertos durante un ataque con decenas de drones ucranianos

Las defensas antiaéreas rusas derribaron anoche más de 90 aviones no tripulados ucranianos

In this photo provided by the Ukrainian Emergency Service, a residential building burns following a Russian air attack in Odesa, Ukraine, Saturday, July 19, 2025. (Ukrainian Emergency Service via AP)
Russia Ukraine WarASSOCIATED PRESSAgencia AP

Una oleada de drones sin precedentes sacudió a Rusia durante la noche del 19 al 20 de julio, desencadenando una de las mayores ofensivas aéreas sobre territorio ruso desde el inicio de la guerra. La capital, Moscú, fue uno de los principales objetivos. Las defensas antiaéreas rusas interceptaron más de 90 drones, según el Ministerio de Defensa, de los cuales al menos 20 se dirigían hacia la ciudad.

En respuesta al ataque, las autoridades suspendieron temporalmente todos los despegues y aterrizajes en los principales aeropuertos de Moscú —Sheremétievo, Domodédovo, Vnúkovo y Zhukovski—, afectando a miles de pasajeros. Según la agencia de aviación civil Rosaviatsia, más de 130 vuelos fueron desviados hacia otros aeródromos rusos.

"La situación es controlable y las aerolíneas cuentan con los recursos suficientes para operar en las condiciones actuales", aseguró el organismo en un comunicado, al tiempo que pidió comprensión a los pasajeros afectados, subrayando que "la seguridad aérea es una prioridad para todas las compañías sin excepción".

El alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, confirmó en su canal de Telegram que 16 drones fueron derribados en apenas dos horas sobre los alrededores de la capital. En Zelenograd, al norte de la ciudad, la caída de escombros provocó incendios en varios vehículos, según imágenes difundidas en redes sociales. No se reportaron víctimas mortales, pero las autoridades informaron de varios daños materiales.

En total, la ofensiva aérea abarcó nueve provincias rusas, incluyendo Briansk —en la frontera con Ucrania—, donde se habrían interceptado al menos 38 drones, según la versión del Ministerio de Defensa. También se registraron ataques en Kaluga, Oriol, Tula y Kursk.

El ataque coincide con un recrudecimiento de las hostilidades en el frente oriental y llega apenas semanas después de que Ucrania intensificara el uso de drones de largo alcance, incluso sobre infraestructuras estratégicas en territorio ruso.

Aunque el Kremlin no ha confirmado públicamente si estos ataques afectaron instalaciones militares, la magnitud del operativo ucraniano marca una nueva fase en el conflicto, donde los ataques aéreos a gran escala sobre suelo ruso parecen haberse convertido en parte del nuevo paisaje bélico.

A pesar del impacto mediático y logístico, el gobierno ruso insiste en que la situación está bajo control. Sin embargo, los recientes eventos han generado preocupación entre la población y revelan la creciente vulnerabilidad de la capital rusa ante ataques no convencionales.