Atentado en Rusia
Moscú ya tiene su "sala Bataclán": semejanzas y diferencias con el atentado más mediático en nombre de Alá
Al igual que en París, los terroristas eligen muy bien el público (joven) y el escenario (el ocio occidental). Pero esta vez el país atacado tiene una situación geoestratégica más complicada
Es imposible no hacer comparaciones. Conforme se han ido conociendo más datos sobre el atentado de la sala de conciertos Crocus City Hall, que ha dejado de más de 100 murtos, el recuerdo del atentado islamista de la sala Bataclán de París, en 2015, se ha hecho presente. En ambos casos, los autores son los mismos. También lo son las víctimas. Pero, ¿se pueden comparar realmente ambas acciones?
Estas son las semejanzas y las diferencias entre el atentado de Moscú y el de la discoteca parisina, el 13 de noviembre de 2015, y en el que murieron 130 personas cuando un comando yihadista irrumpió en la sala mientras se celebraba un concierto.
Las semejanzas con el atentado de Bataclán
1. El público, joven y "pecador". El atentado del Bataclán no es, ni mucho menos, el más mortífero del terrorismo yihadista, pero sí es posiblemente el más rentable a efectos de propaganda. Las víctimas son jóvenes -lo que suele aumentar la repercusión mediática- y el ataque se produce en un momento de ocio, exactamente el mismo patrón que el de la sala de Moscú. La elección del escenario y el momento no es casual.
2. Un comando terrorista coordinado. En el atentado de París fueron ocho los atacantes. En el de Moscú, de momento, son cuatro los detenidos. La estrategia es similar en ambos casos, ya que los asaltantes irrumpen en el local fuertemente armados evitando la salida de la mayor parte de los asistentes y demuestran una gran eficacia en unos pocos segundos.
3. Una gran capital con una gran repercusión. Cualquier terrorista sabe que la repercusión de un atentado es mucho mayor si se comete en una gran capital, a ser posible europea o estadounidense, y si se ataca a una potencia internacional. Tanto en París como en Moscú se cumple este tercer requisito.
4. Propaganda islamista contra los infieles. Los dos atentados van acompañados de la consiguiente propaganda yihadista, que aprovecha estas acciones para amedrentar a la población golpeando en su propia casa y recordando los supuestos ataques que sufren la población musulmana. En el caso de Rusia, la "excusa" es lo ocurrido en el Sahel (campo de entrenamiento de los yihadistas) y Siria, con el apoyo al régimen en contra del ISIS.
Diferencias con el atentado de París
Sin embargo, el atentado de Moscú presenta también algunas diferencias con el de París de hace nueve años.
1. Los autores huyen a la carrera. A diferencia de lo que ocurrió en París, los terroristas tenían un inminente plan de fuga que, de hecho, les permitió alejarse en coche más de 300 kilómetros de Moscú, donde fueron arrestados. En París, la mayoría de los atacantes se inmolaron en los atentados.
2. Un solo atentado o una cadena de ataques. En París la estrategia fue llevar a cabo una cadena de atentados simultánea en el estadio de Saint Denis, varias cafeterías y restaurantes y la propia sala Bataclán que sembró el caso en la ciudad de la luz. De hecho, en la discoteca murieron 90 personas, pero el resto en los demás escenarios. En Moscú solo hubo un escenario del atentado.
3. Francia no es Rusia (o cómo atacar al enemigo de todos). La última gran diferencia es que, en el caso de 2015, el país atacado era una potencia sobre la que nadie tenía duda alguna de en qué bando estaba, por lo que las muestras de apoyo y solidaridad fueron incuestionables. Con el atentado de Moscú, el Estado Islámico ataca un país enfrentado a Occidente por la guerra de Ucrania, lo que hace mucho más tibio (y menos duradero) el apoyo de los organismos internacionales y el resto de países
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