Análisis

"Muchos chilenos entendieron este momento electoral para castigar al Gobierno de Boric"

Gilberto Cristian Aranda, profesor visitante de la Universidad Autónoma de Madrid y profesor de la Universidad de Chile, alerta de la polarización política

El líder del ultraderechista Partido Republicano, José Antonio Kast
El líder del ultraderechista Partido Republicano, José Antonio KastElvis GonzálezAgencia EFE

La victoria del Partido Republicano de ultraderecha, liderado por José Antonio Kast, en una elección para elegir a los consejeros que redactarán la nueva Constitución de Chile ha sorprendido dentro y fuera del país, cuyo Gobierno está formado por una coalición progresista liderada por el presidente Gabriel Boric. Incapaces de sacar adelante una nueva Carta Magna, los partidos de izquierdas verán como la iniciativa recae ahora en el bloque conservador. Gilberto Cristian Aranda, profesor visitante en la Universidad Autónoma de Madrid, responde por teléfono a LA RAZÓN varias preguntas sobre el resultado electoral.

¿Por qué el partido de ultraderecha de José Antonio Kast se ha convertido en la fuerza más votada para elegir a los redactores de la nueva Constitución?

Además de la victoria, el dato más destacado es que el Partido Republicano ha arrollado a la derecha tradicional. Con este resultado puede jugar un papel de liderazgo en el proceso constituyente. Lso resultados indican que se han reforzado las tendencias polares, es decir, estamos ante una sociedad cuyas élites están polarizadas. Mucha gente entendió este momento electoral como una evaluación al Gobierno y se aplicó un voto de castigo. Otro dato llamativo es que un 20% votó nulo, lo que supone un porcentaje altísimo; lo que viene a exponer que estamos ante una parte del electorado que no se siente representado ni por el proceso ni por los partidos. Es un clima político muy dinámico y dúctil que ha permitido pasar de posiciones que exigían mayor igualdad y mayor participación del Estado en temas sociales a otro escenario dominado por una preocupación mayor en cuestiones de seguridad ciudadana y rendimiento económico.

El Partido Republicano se mostró partidario de no cambiar la actual Carta Magna. ¿Qué se puede esperar del futuro texto constitucional a tenor de los resultados de este domingo?

Las posiciones de los próximos días serán clave. Este proceso constituyente será más abreviado que el anterior, en lugar de un año serán seis meses. La posición del Partido Republicano en la campaña fue no cambiar la Constitución actual. Existe una posibilidad fuerte de que se imponga esa visión. Si eso sucediera, lo más probable es que el centro izquierda considere este proceso contrario a los intereses generales propiciando un cambio de papel argumentales, lo que llevaría a los partidarios del Gobierno a pedir el rechazo. Seguiremos pues en la misma tesitura, y tendríamos un movimiento pendular hacia la otra posición. Chile quedaría atrapado en un bucle de ingobernabilidad.

¿Cree que el partido de José Antonio Kast matizará su postura?

Un cosa es la campaña y otra es tener una responsabilidad política muy grande. Aunque ya existe una anteproyecto de Constitución elaborada por 24 integrantes previos, el consejo que acaba de ser elegido (50 miembros) este domingo tiene la fuerza suficiente para hacer una nueva propuesta. La tentación para el Partido Republicano sería hacer valer la fuerza electoral y pasar la apisonadora, como hizo la izquierda en el anterior proceso constituyente. La otra opción sería pactar puntos con la derecha tradicional y llegar a un acuerdo para tener propuesta de Constitución que si bien no va a satisfacer a todos sí que alcanzará unos grados mínimos de concertación.

¿Cómo explica que en 2019 Chile viviera jornadas de protestas masivas demandando más medidas sociales y ahora salga este resultado?

Esto reafirma que el estallido social fue ante todo un estallido anti élite y, en segundo lugar, una protesta anti neoliberal. Como resultado, los votantes dieron la espalda a los últimos treinta años de la política chilena y abrazaron una propuesta de gobierno de una generación nueva en el poder con una praxis política mucho más acotada. Tras algo más de un año de gobierno, la gente ha colocado a ese grupo que llegó nuevo al poder en el mismo saco de las élites de siempre. Por eso ahora se ha mirado hacia el Partido Republicano, que si bien muchos son parte de la derecha tradicional, tienen un discurso que se centra en temas como la seguridad ciudadana y el tema migratorio. La gente busca un liderazgo más conectado.

¿Cómo definiría al Partido Republicano de José Antonio Kast? ¿Es una formación antisistema?

Es un partido absolutamente nuevo cada vez más afianzado pese a que solo tiene cuatro años de historia. No es un partido que vaya contra el sistema económico, pero si es contrario a parte de los acuerdo heredados en la negociación con la izquierda. El Partido Republicano hace alguna reivindicación de aspectos del pinochetismo. Para mí es un partido ultraconservador, de derecha radical, con algunos ademanes populistas, que se resiste a parte de los acuerdos adoptados en la democracia chilena de la post dictadura.