Marruecos

Mujeres marroquíes marchan por la reforma de un código penal «discriminatorio»

Más de mil personas, en su mayoría mujeres, marcharon hoy por el centro de Rabat para exigir la reforma del código penal marroquí, considerado discriminatorio hacia las mujeres y para protestar contra los casos de violencia machista.

Convocadas por la Coalición Primavera por la Dignidad, que agrupa a 22 asociaciones feministas y de derechos humanos, todas de signo laico, las mujeres formaron dos cadenas humanas, una compuesta por activistas y otra por víctimas de violencia, algunas de estas últimas con máscaras para ocultar su identidad.

La cadena humana unió la sede del Ministerio de Justicia y el Parlamento marroquí, donde al término del acto las organizadoras tenían pensado presentar a un grupo de parlamentarias un memorándum con su propuesta de reforma del código penal para que se elimine toda forma de discriminación.

Junto a las dos cadenas humanas, las activistas desplegaron cinco grandes retratos de cuerpo entero de otras tantas mujeres amortajadas, víctimas de la violencia de género durante 2012.

Según dijo a Efe Fátima Maghnaui, vicepresidenta de la Unión de Acción Femenina y una de las organizadoras, las asociaciones feministas reciben a diario "decenas de denuncias"de violencia de género y muchas de ellas no pueden seguir un curso legal por culpa de un código penal "atrasado".

Las reivindicaciones de las feministas pasan, por un lado, por despenalizar comportamientos ahora considerados delito -como conceptos tan vagos como la "inmoralidad"o la "incitación a la prostitución"- y, por otro, criminalizar de manera específica la violencia de signo machista.

Maghnaui aseguró que "la sociedad civil va por delante de los políticos"en esta lucha y lamentó que con el Gobierno actual (encabezado por el islamista Partido Justicia y Desarrollo) se haya producido una "regresión"en la protección a las mujeres.

Sin embargo, descartó que el memorándum vaya a ser entregado a algún miembro del Gobierno o a las parlamentarias islamistas, pues de momento el diálogo solo ha sido abierto con las mujeres parlamentarias consideradas más afines, representantes de partidos laicos.