Cocaína

Los narcos hunden deliberadamente su barco y atrapan a cinco militares senegaleses, que se han ahogado

La nave, con otro nombre, ya fue interceptada por los autoridades españolas con un cargamento de droga

El barco hundido
El barco hundidoX Wesselfinder

Cinco de los efectivos militares que forman parte de la tripulación del buque “Walo”, de la Marina Nacional de Senegal, se hallan en estos momentos desaparecidos tras el hundimiento provocado por un grupo de narcotraficantes del buque al que perseguían, el “Vienna,” presuntamente cargado con una importante cantidad de sustancias estupefacientes a pocas millas de las costas de Senegal.

Distintas agencias internacionales manejaban información sobre las actividades de un remolcador que, además, es el mismo que fue intervenido en 2020 con uno de los mayores alijos de hachís de todos los tiempos, 18.000 kilos, si bien entonces lucía el nombre de Cyklop, informa Narcodiario.

Las labores por parte de los compañeros en busca de los cuerpos de los desaparecidos no han dado resultados satisfactorios hasta el momento, lo que ha hecho que las autoridades senegalesas hayan hecho público lo ocurrido a través de los responsables de las Fuerzas Armadas. Señalan que los hechos tuvieron lugar este viernes, 5 de enero, cuando, sobre las 20.00 horas y en pleno abordaje, los narcotraficantes abrieron las válvulas del barco, que se fue a pique con los militares en su interior. Solo pudieron ser rescatados siete de los integrantes del equipo senegalés, además de los diez sospechosos que tripulaban el “Vienna”, trasladados a Dakar.

Las hipótesis de las autoridades españolas, que seguían el rastro de la embarcación, apuntan a que una organización criminal recompró, a través de un “hombre de paja” el Cyklop, con la única intención de volver a utilizarlo para el transporte de cocaína.

El barco llegó a Mauritania a mediados de diciembre, donde habría cambiado su tripulación legal por una de narcotraficantes y habría partido hacia el Atlántico para contactar con la nodriza.

Simulando una ruta regular hacia el puerto brasileño de Santos cargó unas dos toneladas de cocaína que estarían en el fondo del mar tras la maniobra criminal que, probablemente, acabó con la vida de hasta cinco miembros de las fuerzas de seguridad que luchan contra el tráfico de cocaína en una de las zonas más calientes del mundo en la actualidad.