Relaciones internacionales
Netanyahu advierte a Putin de que no permitirá tropas iraníes en su frontera
Rusia no renuncia a mantener su influencia en Oriente Medio con su alianza con Irán y Siria
Rusia no renuncia a mantener su influencia en Oriente Medio con su alianza con Irán y Siria.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, está preocupado por los «enormes esfuerzos» que está haciendo Irán para «fortalecer su presencia en Siria» y así se lo hizo saber ayer a Vladimir Putin durante el encuentro que ambos sostuvieron en la ciudad balneario de Sochi. El «premier» israelí aprovechó su sexta reunión con el presidente ruso desde septiembre de 2015 para alertar al líder del Kremlin de que los espacios perdidos por el grupo terrorista Daesh en Siria están siendo ocupados por las fuerzas de Irán y Hizbulá, los archienemigos de Israel en la región, y ello representa una grave amenaza para su país, Oriente Medio y el resto del mundo.
«Señor presidente, con los esfuerzos conjuntos estamos derrotando al Estado Islámico, y esto es muy importante. Pero lo malo es que donde los grupos del derrotado Estado Islámico se han extinguido, está entrando Irán», dijo Netanyahu a Putin durante la parte de la reunión a la que tuvo acceso la prensa. El «premier» hebreo acusó una vez más al régimen iraní de armar y apoyar a grupos terroristas y subrayó que «no podemos olvidar ni por un minuto que Irán amenaza cada día con aniquilar a Israel». Según Netanyahu, Teherán «ya está en camino de controlar Irak, Yemen y en gran medida ya ejerce el control práctico de Líbano».
Putin, su parte, no respondió a los comentarios del «premier» israelí. Sin embargo, el jefe del Comité de Asuntos Exteriores de la Duma (Cámara Baja del Parlamento), ya había dicho antes del encuentro al diario «Izvestia» que Moscú no presionará a Irán. «Rusia puede ser un mediador entre los dos países para aliviar las tensiones en la región, particularmente en lo que se refiere al acuerdo de paz en Siria y los territorios que limitan con Israel».
Al término del encuentro, Netanyahu dijo a los periodistas que había discutido con el presidente ruso sobre la imposibilidad de lograr una paz definitiva en Siria mientras las tropas de Irán y los militantes del grupo islamista Hizbulá estén desplegados allí. «Discutimos ampliamente el tema de Irán, sus objetivos e intenciones en Siria, y dejé claro que no puede haber un acuerdo de paz en Siria mientras Irán esté allí y declare su intención de destruir Israel». El «premier» israelí estuvo acompañado por el jefe del Mossad, Yossi Cohen, y el nuevo jefe del Consejo de Seguridad Nacional de Israel, Meir Ben Shabbat.
Paradójicamente, las relaciones entre la Rusia de Putin y el Israel de Netanyahu son calificadas como las mejores que han atravesado los dos países desde que restablecieron lazos diplomáticos hace 25 años, tras la ruptura que provocó la Guerra de los Seis Días. Una sorprendente muestra de pragmatismo en la cada vez más polarizada diplomacia internacional, teniendo en cuenta que ambos líderes ocupan posiciones diametralmente opuestas en el tablero mundial. Por un lado, Israel es el gran aliado en la región de EE UU –país con el que Putin libra una especie de «guerra fría 2.0»–, mientras que Moscú fue quien evitó la caída de Asad.
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