Oriente Medio
Netanyahu rechaza acabar con la «guerra existencial» para Israel en Gaza
Hamás asegura que el diálogo para un alto el fuego se reanudará la semana próxima
«Israel está en una guerra existencial que tiene que ganar», aseguró ayer el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en una ceremonia de graduación de cadetes en la escuela de oficiales de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). «Israel atacará a nuestros enemigos hasta la victoria total», prometió, como ha venido haciendo en diversas ocasiones desde el ataque de Hamás del 7 de octubre.
Netanyahu dijo que las FDI están avanzando «de manera impresionante para alcanzar su objetivo de guerra, minimizando al mismo tiempo las bajas civiles en Gaza» y criticó a Hamás por sus tácticas de utilizar civiles de Gaza como escudos humanos y «túneles subterráneos que se extienden por muchos kilómetros».
Sobre el temido ataque a la ciudad más meridional, Rafah, donde se refugia más de un millón de palestinos, declaró: «Seguiremos actuando contra Hamás en todos los rincones de Gaza, incluso en Rafah, el último bastión de Hamás», prometió entre aplausos. Y añadió: «Quien nos diga que no operemos en Rafah nos está diciendo que perdamos la guerra y eso no sucederá».
Frente a la presión internacional, respondió que «está creciendo, pero particularmente cuando la presión internacional aumenta, debemos cerrar filas, debemos unirnos contra los intentos de detener la guerra».
Mientras, una representación de Hamás dejó El Cairo, donde se llevan a cabo las negociaciones con los mediadores, alegando que necesitaba «consultar con los dirigentes del movimiento». Si bien los titulares decían que las negociaciones sobre un alto el fuego e intercambio de rehenes se habían estancado, Hamás anunció que se reanudarán la próxima semana.
Un portavoz de Hamás, Yihad Taha, sostiene que Israel «se niega a comprometerse y dar garantías con respecto al alto el fuego, el regreso de los desplazados y la retirada de las zonas de su incursión». No hubo comentarios inmediatos de Israel. Sin embargo, el embajador de Estados Unidos en Israel, Jack Lew, dijo en una conferencia en el Instituto de Estudios de Seguridad Nacional (INSS) en Tel Aviv que «es un error» pensar que las negociaciones sobre los rehenes han terminado. «Todavía hay conversaciones, todavía hay idas y venidas, las diferencias se están reduciendo». «Todavía no se ha estropeado», afirmó. También dijo que, si bien el objetivo de llegar a un acuerdo antes del Ramadán «es muy importante», más importante es lograrlo cuando sea posible.
Hay otros beneficios importantes de una tregua, sostuvo el diplomático estadounidense: «Una pausa aumentaría la probabilidad de una solución diplomática en el norte. Una pausa aumentaría la probabilidad de que la normalización saudita avance».
Refiriéndose a un acuerdo con la organización chií libanesa proiraní Hizbulá que ataca el norte de Israel desde el 8 de octubre y los acuerdos de normalización que mediaba EE UU entre Israel y Arabia Saudí antes del ataque de Hamás y que este abortó. Sin embargo, para que se produzca la normalización es necesario que haya una conversación “en el horizonte” sobre un Estado palestino, insistió. Si la cuestión de los rehenes no se resuelve "no sé cómo colocar las otras piezas en un lugar donde pueda resolverlas”, añadió.
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