Política

Israel

Netanyahu rompe la coalición y adelanta las elecciones a 2015

Fotografía de archivo fechada el 3 de julio de 2014 que muestra al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y a su ministro de Finanzas, Yair Lapid
Fotografía de archivo fechada el 3 de julio de 2014 que muestra al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y a su ministro de Finanzas, Yair Lapidlarazon

Triste y solitario. Netanyahu llega así al final de su tercer Gobierno, con un desenlace que deja a los israelíes en la incertidumbre. La crisis se venía gestando desde las últimas semanas.

Triste y solitario. Netanyahu llega así al final de su tercer Gobierno, con un desenlace que deja a los israelíes en la incertidumbre. La crisis se venía gestando desde las últimas semanas. La coalición no lograba una posición común en casi ningún aspecto, pero la ley sobre la definición del Estado de Israel como Estado del pueblo judío profundizó la brecha. El punto de no retorno se alcanzó en la reunión del primer ministro, Benjamin Netanyahu, y su ministro de Finanzas, el centrista Yair Lapid, el lunes. Netanyahu le presentó una larga lista de condiciones para matener a flote la coalición. Entre ellas se incluía abandonar toda crítica al Gobierno y enterrar el proyecto de viviendas para jóvenes, su propuesta estrella de la campaña.

Al término de la reunión, Netanyahu anunció el fracaso en un comunicado. Según la versión de Lapid, el texto estaba escrito de antemano y fue publicado cuando él aún se encontraba en el despacho del primer ministro. El ex periodista dedicó las horas siguientes a criticar sin indulgencia al mandatario y su partido, el Likud. «Los ciudadanos israelíes comprenden hoy que tienen un primer ministro que no cumple sus compromisos, que prefiere su interés personal al bienestar de la población», arremetió. La titular de Justicia, Tzipi Livni, también tuvo su última oportunidad. Mantuvo un encuentro con Netanyahu ayer, pero a esas alturas todo estaba decidido. Poco antes, Livni había calificado públicamente al Gobierno de «extremista, provocativo y paranoico» y dejó claro una vez más que no apoyaría «ninguna ley nacionalista y discriminatoria», en alusión al intento del primer ministro de impulsar la ley del Estado judío.

La destitución se efectuó a media tarde. Tanto Livni como Lapid quedaban fuera del Gobierno. En una conferencia de prensa convocada in extremis, Netanyahu anunció su segundo adelanto electorial. El Ejecutivo sólo ha conseguido sobrevivir 20 meses. «En la situación actual, con esta coalición, no se puede gobernar», fue su primera frase. Después acusó a Livni y Lapid de irresponsables, y conspiradores. A continuación detalló declaraciones y actitudes de los ministros que, a su juicio, replicaron los principios básicos de la coalición. Los pilares de su mandato, según Netanyahu, incluyen la misión de evitar que Irán desarrolle armamento nuclear, convertir en ley el proyecto de declaración de Israel como Estado del pueblo judío y continuar la construcción en Jerusalén. Contra todo eso, explicó, trabajaron los ministros Livni y Lapid. «No toleraré una oposición dentro de mi propio Gobierno, no aceptaré que me critiquen desde dentro del Gobierno, en pos de estrechos intereses personales y con total falta de responsabilidad», advirtió. Finalmente, el primer ministro dijo claramente que iniciará el proceso para la disolución del Parlamento y de inmediato convocará elecciones. Si el anuncio se produjera esta semana, la ley electoral permitiría celebrar elecciones en marzo. 2015 volverá a ser un año electoral. Los israelíes acudirán a las urnas casi tres años antes de lo previsto. «Sé que adelantar las elecciones no es algo bueno para el país, pero un Ejecutivo sin gobernabilidad, con ministros que actúan contra él desde adentro, es doblemente peor», explicó Netanyahu.

Tras repartir responsabilidades, cambió el tono del discurso. «Aquellos que quieran un primer ministro de izquierda podrán elegir un candidato digno, y quien quiera un primer ministro fuerte, de centro derecha y derecha, les pido que elijan al partido de gobierno que yo lidero, el Likud, para otorgarme el verdadero mandato de gobernar al pueblo y la nación», dijo el mandatario. Lanzó así su primer mensaje de campaña electoral.

No obstante, antes de anunciar elecciones anticipadas, Netanyahu habría sondeando al partido ultraortodoxo para que relevase a los moderados de la coalición. El Shas, al parecer, se habría negado a participar en el Gobierno y habría exigido elecciones anticipadas. Pese al desgaste de Ejecutivo, por el momento las encuestas otorgan a Netanyahu una victoria, pero necesitará pactar para gobernar. Aun así, nada esta escrito. El popular ex ministro del Likud Moshe Kahlon, que ha lanzado su propio partido, podría dar la sorpresa en la carrera electoral.