Matanza en Newtown
Newton, la ciudad donde sólo había paz
Susan Balman se acercó a la iglesia Metodista Unida a rezar por el pequeño Chace Kawolski, de 7 años, uno de los veinte pequeños que ha perdido la vida en el tiroteo del pequeño pueblo de Newtown, en el estado de Connecticut. Con lágrimas en los ojos, Balman explicó que «no entiendo qué ha ocurrido. Este lugar es un sitio tranquilo. Aquí, estas cosas no pasan», reconoció la vecina de este lugar, considerado el quinto más seguro de Estados Unidos en un informe del año 2011. Fundado en 1705, en esta zona rural residen unas 6.700 familias, que viven en casas bajas. El 95% de la población es blanca, mientras que sólo hay 1,75% de afroamericanos y un 2,36% de hispanos. Los ingresos medios por hogar son de unos 90.000 dólares al año.
«Todavía no he podido hablar con mi vecina (la madre del niño fallecido). Mi hija es amiga de Chace», detalló Susan Balman en este pequeño pueblo, rodeado de bosques en la zona de Nueva Inglaterra. Mientras, el periodista Mark Riley, de 61 años, señalaba que «vivo en Nueva York. Pero soy de aquí. Fui a la misma escuela del tiroteo. Precisamente, mi familia se mudó aquí en los año 50 porque era un lugar seguro», indicó el estadounidense sin salir de su asombro por lo ocurrido. Ayer más vigilias se repitieron en diferentes iglesias de este tranquilo pueblo. Inundado de carteles en recuerdo, sobre todo, de los veinte niños fallecidos. «Que Dios os bendiga», se podía leer justo antes de llegar a la estación de bomberos, donde fueron evacuados los pequeños que consiguieron salvar sus vidas.
Un sentimiento extraño invade estos días este lugar. Acostumbrados a vivir en una localidad tranquila, que había tenido hasta el viernes un solo homicidio en los últimos diez años, se han quedado paralizados. Quizá, después de la masacre todo cambie en Newtown.
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