Matanza en Newtown
«No queremos morir. Llega la Navidad»
Los niños de la escuela de Connecticut relatan los minutos de terror que vivieron durante el tiroteo
El terror llegó ayer a Newtown, un pequeño pueblo al sur del estado de Connecticut y a Sandy Hook, la escuela del pueblo, que fue el objetivo de la masacre. «La Policía nos dijo que nos abrazáramos, nos cogiéramos de la mano y cerráramos los ojos, sólo los abrimos al salir del colegio» explicaba Vanessa Bajralu, una niña de 9 años, al diario local «Hartford Courant». Brendan Murray, otro niño de 9 años, relató que estaba con sus compañeros en el gimnasio del colegio cuando escucharon «un montón de golpes» y los profesores les ordenaron que se escondieran en un armario, donde estuvieron ocultos durante aproximadamente15 minutos. Los profesores de la escuela buscaron e hicieron lo imposible por proteger a los niños. A la profesora de primer grado, Kaitlin Roign, de 29 años, se le ocurrió meter a sus catorce alumnos en el baño. Sabía que no le podía pedir a sus estudiantes de cinco años que corriesen o que mantuviesen la calma. «Escuché gran cantidad de disparos. Fue horrible. Pensé que moríamos. Mis niños me dijeron que: «Queremos celebrar la Navidad. No queremos morir. Queremos que sea Navidad», relató la profesora. La madre de una niña, Lisa Procaccini, indicó que «mi hija estaba sentada en una clase pequeña. Estaban leyendo. De repente empezaron a oír ''bangs''. Su profesora, a la que le agradezco lo que hizo, sacó a los niños de la case. Les dijo para que no se asustasen que el ruido venía de un martillo», reconoció esta madre, todavía conmocionada. Procaccini explicó que su hija también estaba muy preocupada porque «vio a un compañero en brazos de un agente de Policía con mucha sangre», añadió la estadounidense a su relato. Uno de los niños logró escribir una nota de despedida en la que se podía leer: «Os quiero mamá y papá. Siento no haber sido buen hijo». Otro estudiante de la escuela Sandy Hook dijo que «volvía a mi clase. Entonces, oí algo. Era una persona dando patadas a una puerta. Me di la vuelta y vi humo. Entonces, la profesora me empujó dentro de la clase», recordó el pequeño que terminó su relato con un suspiro. Mientras, una niña recordó que «algunos de mis compañeros empezaron a llorar. Otros tenían dolor de estómago después de que empezaran a sonar los disparos», detalló la pequeña de lo sucedido ayer en Newtown.
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