El nombre de 31 ciudades españolas está oculto en este emblemático monumento francés: esta es la razón

Francia, y en especial su capital, París, es mundialmente conocida por su riqueza monumental y su legado histórico. La ciudad del amor, del arte y de la revolución alberga lugares tan emblemáticos como la Torre Eiffel, el Museo del Louvre, la Catedral de Notre-Dame o el Arco del Triunfo. Pero más allá de su imponencia visual, muchos de estos monumentos a menudo esconden detalles que pasan desapercibidos para la mayoría de los visitantes. Uno de los más sorprendentes se encuentra precisamente en el Arco del Triunfo, donde están grabados los nombres de 31 ciudades españolas.

El Arco del Triunfo fue ordenado construir por Napoleón Bonaparte en el año 1806, tras su victoria en la batalla de Austerlitz, también conocida como la Batalla de los Tres Emperadores. Su propósito era rendir homenaje a las tropas francesas que lucharon en las guerras revolucionarias y napoleónicas. Las obras se prolongaron durante décadas, y el monumento no fue inaugurado oficialmente hasta 1836, por lo que Napoleón nunca llegó a verlo terminado. Aun así se consolidó como uno de los grandes símbolos de Francia.

31 ciudades españolas

Lo que algunos desconocen es que el Arco del Triunfo guarda más que esculturas: en sus muros interiores están grabados 660 nombres de generales franceses y cientos de batallas protagonizadas durante las guerras revolucionarias y napoleónicas. Estos nombres aparecen inscritos en las paredes, bajo los arcos y en los pilares. Entre estas inscripciones destacan 31 ciudades españolas, incluida la capital Madrid, así como Zaragoza, Burgos, Valencia, Salamanca, Ciudad Rodrigo, Badajoz, Tortosa o Girona, entre otras.

Todas estas localidades fueron escenarios de la guerra de la Independencia española (1808–1814), una contienda en la que el ejército napoleónico se enfrentó a una resistencia civico-militar española, que también contó con apoyo británico y portugués. Las inscripciones en realidad representan una crónica de las campañas en las que participó Francia dentro de la península, muchas de ellas con costos humanos importantes. Aunque las tropas francesas ocuparon algunas ciudades temporalmente, varias lograron resistir. Este es el caso de Zaragoza, cuya defensa durante dos asedios heroicos se transformó en un emblema de la lucha contra la ocupación. Otras ciudades como Girona y Cádiz también lograron resistir largos asedios.