Defensa

Noruega fortalece su presencia militar en el mar: va a comprar estas fragatas de última generación

Noruega sella la mayor inversión en defensa de su historia con la compra al Reino Unido de cinco fragatas antisubmarinas, una operación de 10.000 millones de libras para renovar su flota y blindar el flanco norte de la OTAN,

Un F-35B despegando del buque de la US Navy USS America
Un F-35B despegando del buque de la US Navy USS AmericaLockheed Martin

Noruega ha puesto en marcha un desembolso histórico para sus fuerzas armadas con la adquisición de, como mínimo, cinco fragatas británicas del Tipo 26, especializadas en la guerra antisubmarina. Se trata de la mayor inversión en defensa de la historia del país escandinavo, una operación cuyo coste estimado ronda los 11.800 millones de euros y que busca reemplazar la actual flota de la clase Fridtjof Nansen. Con este paso, Oslo moderniza una capacidad fundamental para la vigilancia de sus estratégicas aguas en el Atlántico Norte.

De hecho, la elección del modelo Tipo 26 no responde al azar. La decisión del gobierno noruego se fundamenta tanto en las avanzadas capacidades de estos buques para la lucha contra submarinos como en la estrecha alianza estratégica que mantiene con el Reino Unido. Ambos factores han resultado determinantes para que la balanza se incline a favor de la oferta británica, reforzando así los lazos de cooperación militar entre dos socios clave en el norte de Europa. Este liderazgo tecnológico naval no es casual, ya que el Reino Unido también desarrolla capacidades de vanguardia como un submarino nuclear capaz de lanzar drones espía, consolidando su posición como socio estratégico.

Asimismo, la construcción de las embarcaciones correrá a cargo del gigante de la defensa BAE Systems en sus astilleros de Clyde, en Escocia. Una de las claves del acuerdo es que las fragatas destinadas a Noruega serán prácticamente idénticas a las británicas que ya se están fabricando para la Royal Navy. Esto garantiza una total interoperabilidad y simplifica enormemente la logística y el mantenimiento futuros, tal y como nos cuentan desde Breaking Defense.

Un impulso a la defensa del flanco norte de la OTAN

Este movimiento estratégico, además, tiene una repercusión de gran envergadura en el seno de la Alianza Atlántica. La compra dará lugar a la creación de una flota combinada de trece fragatas con un altísimo grado de especialización —ocho británicas y cinco noruegas—, consolidando la defensa de la Alianza en un área de creciente tensión geopolítica como es el llamado "flanco norte". Se conforma así un potente núcleo de disuasión en una de las rutas marítimas más sensibles del planeta. Este refuerzo es vital para monitorizar y contrarrestar la actividad de potencias rivales, que despliegan en la zona activos tan significativos como el submarino nuclear ruso Belgorod, considerado una amenaza estratégica.

No obstante, aunque el acuerdo supone un hito para las fuerzas armadas noruegas, el proyecto aún tiene un desafío pendiente para ser plenamente operativo. La entrega de las nuevas fragatas está prevista para el año 2030, pero Oslo todavía debe cerrar la adquisición de nuevos helicópteros antisubmarinos. Este equipamiento resulta indispensable para poder operar con la nueva flota y sacar el máximo partido a sus capacidades de combate y vigilancia.