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Obama anuncia en Afganistán que pronto decidirá sobre el futuro de las tropas

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, prometió hoy ante las tropas estadounidenses en Afganistán que pronto tomará una decisión sobre el número de soldados que permanecerán en el país tras 2014, en un viaje sorpresa coincidiendo con las celebraciones por el Día de los Caídos.

El mandatario estadounidense está considerando diversas opciones de cara al fin de la misión de la OTAN en ese país, cuyos últimos efectivos serán retirados a finales de este año, aunque la Casa Blanca ya ha manifestado su intención de negociar con Kabul la presencia de un número de soldados estadounidenses sobre el terreno para entrenar y apoyar a las fuerzas afganas.

En esta su cuarta visita al país asiático, y la primera desde que fuera reelegido, Obama se reunió con el general de las fuerzas estadounidenses en Afganistán, Joseph Dunford, y con el embajador estadounidense en Kabul, James Cunningham, a quienes dijo estar enfrentándose a duras decisiones sobre la postura de Estados Unidos tras el fin de la guerra.

"Somos conscientes de los sacrificios que muchos habéis hecho en Afganistán. Y quería asegurarme de que recordemos esos sacrificios que vosotros y vuestras familias habéis hecho", dijo el presidente ante los oficiales, al explicar el motivo de su visita.

El presidente también subrayó el progreso al que está asistiendo Afganistán, sobre todo con las recientes elecciones y con la constitución y entrenamiento de las fuerzas armadas afganas, que tomaron el relevo para dirigir la seguridad del país el año pasado.

"Seré honesto con vosotros, ha ido mucho mejor de que lo que hubiera esperado hace un año", confesó Obama respecto a las elecciones presidenciales celebradas hace unas semanas en el país y que aún están pendientes de una segunda vuelta para dirimir los resultados.

"Probablemente vamos a anunciar algunas decisiones en breve. Pero es importante para mí comprobar en directo con la gente cara a cara (cuál es la situación) antes de que esas decisiones sean finalmente tomadas", agregó.

Después de la reunión con los oficiales que lideran la misión de la OTAN (ISAF), Obama se dirigió a un auditorio en el que le esperaban unos 3.000 soldados, a quienes después quiso dar la mano uno por uno.

"Estoy aquí para darles las gracias y estoy aquí para deciros lo orgulloso que estoy de vosotros. Y yo estoy aquí para decir lo muy orgulloso que estoy de vuestras familias y porque de alguna manera, en mayor o menor medida, están sacrificándose al igual que vosotros", dijo el mandatario interrumpido por los aplausos.

"Pero también estoy aquí porque después de más de una década de guerra, estamos en un momento crucial. El año pasado se marcó un hito importante, por primera vez, las fuerzas afganas tomaron la iniciativa para cuidar de su propio país. Y hoy vosotros estáis en un papel de apoyo para capacitar y ayudar a las fuerzas afganas. Para muchos de vosotros, esta será vuestra última estancia en Afganistán", agregó.

"La guerra de Estados Unidos en Afganistán va a llegar a un final responsable", remarcó, antes de reiterar que el compromiso del Gobierno estadounidense con el pueblo afgano continuará de una u otra manera.

Estados Unidos y Afganistán negocian un acuerdo militar (BSA, en inglés) para la permanencia de tropas estadounidenses en el país asiático tras la salida de las fuerzas aliadas para 2015, pero el Gobierno de Hamid Karzai se ha negado a rubricarlo.

El presidente afgano, que según fuentes de la Casa Blanca rechazó hoy acompañar a Obama en su visita a la base militar, no ha querido firmar el acuerdo argumentando que esa decisión la debe tomar el próximo dirigente de Afganistán.

Sin embargo, el retraso en los plazos para alcanzar un pacto podría reducir ese número de tropas, cuyas cifras han oscilado a lo largo de los meses, a cero.

El viaje de Obama se enmarca además en medio de una ola de críticas desatadas por el escándalo surgido con los hospitales de veteranos, después de que se descubriese que la mala praxis y la manipulación de las listas de espera estaban relacionadas con la muerte de 40 exmilitares en uno de esos centros en Phoenix (Arizona).

Sin embargo el presidente no ha hecho ninguna referencia a esos episodios y se ha limitado a reiterar el apoyo de su Gobierno a los veteranos.

La guerra de Afganistán, que dura ya casi 13 años, ha dejado tras de sí más de 2.000 militares estadounidenses fallecidos y llegó a contar con un máximo de 100.000 tropas a mediados de 2010, aunque tras el comienzo de la retirada ahora solo restan unos 32.800, según datos del Pentágono.