Estados Unidos

Obama advierte que el «Brexit» dañaría la economía británica

El presidente norteamericano apuesta por la permanencia de Reino Unido en la UE en medio de las críticas de los euroescépticos. «Gran Bretaña es más fuerte dentro», insiste

David Cameron y Barack Obamase saludan al comienzo de la rueda de prensa conjunta
David Cameron y Barack Obamase saludan al comienzo de la rueda de prensa conjuntalarazon

El presidente norteamericano apuesta por la permanencia de Reino Unido en la UE en medio de las críticas de los euroescépticos. «Gran Bretaña es más fuerte dentro», insiste

Entre amigos hay que decirse las cosas, aunque las opiniones no siempre agraden. Por eso ayer Barack Obama no tuvo reparos en decir a los británicos que cometerían un grave error si finalmente salen de la Unión Europea. El hecho de que el presidente de Estados Unidos se metiera ayer de lleno en la campaña ante el referéndum del 23 de junio deja un mensaje muy claro: la preocupación ante el temido «Brexit» ya no sólo se siente en Bruselas, sino que ha pasado al otro lado del Atlántico.

Sin lugar a dudas, la intervención del norteamericano supone un gran empuje para la causa del «premier» David Cameron. Y sí, entre los dos existe química. Aunque, según revelaron los periodistas que acompañan a Obama en este viaje oficial, en Washington existe una preocupación real por cómo afectaría a la economía americana la salida de Reino Unido del bloque comunitario.

Los euroescépticos dan por hecho que Londres podría alcanzar fácilmente un acuerdo bilateral de comercio con EE UU. Pero Obama no pudo ser más tajante: «Nuestra relación especial no iba a cambiar por el sentimiento y lazos históricos que nos unen. Pero para alcanzar algún tipo de acuerdo tendría que ponerse al final de la cola porque nuestro foco está en negociar con un gran bloque, la Unión Europea, no con naciones individuales», matizó.

La advertencia tuvo especial eco en los salones del Foreign Office, donde los mandatarios ofrecieron una rueda de prensa y Obama respondió a las críticas de aquellos que le acusan de haberse entrometido en un debate que no le compete. «Por supuesto que son los británicos quienes tienen que decidir. Pero en democracia la gente aprecia escuchar todas las opiniones. Precisamente porque nos une una relación especial con este país, como amigo, debo decir que si Estados Unidos formara parte de una organización a la que vende el 44% de sus exportaciones, probablemente no optaría por dejarla», matizó.

A pesar de que la inmigración había dominado hasta ahora la campaña, lo cierto es que la economía toma cada vez más protagonismo. En esta línea, el Ejecutivo advertía esta semana que el «Brexit» tendría un coste de 4.300 libras al año por familia.

Obama insistió, además, en que la permanencia británica en el bloque europeo «refuerza la relación especial» de Reino Unido con su país, al contar con un «socio de confianza en Europa en asuntos como la lucha contra el terrorismo». «Quiero que uno de mis socios más fuertes esté en la mesa donde se toman decisiones», explicó. «Reino Unido es más fuerte dentro de la Unión Europea. No creo que la UE modere la influencia británica en el mundo, la magnifica», agregó.

Previa a la cita con el «premier», el presidente estadounidense había dejado ya clara su declaración de intenciones en un artículo publicado en «The Telegraph», donde puntualizaba que el resultado de la decisión británica tendría un «profundo interés para su país». «Las decenas de miles de estadounidenses que descansan en cementerios de Europa son un testamento silencioso de cuán entrelazadas están nuestra prosperidad y seguridad», destacaba su texto. «Juntos, Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea han transformado siglos de guerra en Europa en décadas de paz, y han trabajado como uno para hacer que el mundo sea más seguro, un lugar mejor. Qué legado notable es este. Y qué legado notable vamos a dejar también cuando, juntos, nos encontremos con los desafíos de este joven siglo», concluía. A pesar del extendido temor de que las intervenciones de líderes extranjeros puedan resultar contraproducentes, Cameron confía en que la intervención del presidente de la primera potencia mundial dé el impulso que necesita la campaña del «sí». Según las últimas encuestas, sostiene su 7% de ventaja, aunque en el último mes el número de indecisos ha aumentado un 6%. Será cuestión de tiempo saber si las palabras de Obama han servido para despejar dudas.

Pese a no ser una visita de Estado, Obama se reunió con la reina Isabel II para felicitarla personalmente por su 90º cumpleaños y por la noche estuvo en el Palacio de Kensington en una cena a la que se sumaron los duques de Cambridge. El lunes, el presidente se reunirá en Hanóver con Angela Merkel, Matteo Renzi, François Hollande y Cameron para discutir sobre la crisis de los refugiados. Para los proeuropeos, la cita servirá de ocasión para lanzar el velado mensaje de que, en el caso de que triunfe el «Brexit», el «premier» podría no estar invitado a un cónclave transatlántico en la próxima ocasión.

Insultos «racistas» de Johnson al líder de EE UU

El alcalde de Londres, Boris Johnson, fue ayer el centro de todas las críticas por llamar a Barack Obama «presidente medio keniano» y antibritánico en un artículo publicado en el tabloide «The Sun». Johnson, una de las principales voces del grupo que apoya el «Brexit», señala que el apoyo del presidente norteamericano a la permanencia británica en la UE se debe a sus raíces kenianas (su padre era un economista originario de ese país). Johson afirma (falsamente) que cuando Obama llegó en 2009 al Despacho Oval, una de sus primeras medidas fue retirar de esas oficinas el busto de Winston Churchill y enviarlo de vuelta a la Embajada británica. «Algunos dicen que fue un desaire a Gran Bretaña. Otros, que fue un símbolo del disgusto del presidente medio keniano al imperio británico, del que Churchill era un fervoroso defensor». Los dirigentes laboristas John McDonell, Cooper y Chuka Umunna tacharon de racistas y equivocadas las palabras de Johnson.