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Obama pide el respaldo del país

Obama durante su intervención en la Casa Blanca
Obama durante su intervención en la Casa Blancalarazon

El presidente de Estados Unidos ha asegurado que antes de emprender un ataque contra Siria, buscará la autorización del Congreso, que no debatirá la propuesta antes de la semana del 9 de septiembre.

Todo apuntaba a que Barack Obama estudiaba nuevas vías para intervenir en Siria. Un cambio de estrategia. El presidente estuvo reunido en la Sala de Situaciones de la Casa Blanca (el centro de control de la Inteligencia) durante horas. No tenía en la agenda ningún acto público y tampoco acudió a jugar al golf como suele hacer los fines de semana estivales. La noche anterior había telefoneado al primer ministro británico, David Cameron, y al presidente francés, Francois Hollande, mientras que el secretario de Defensa, Chuck Hagel, y el jefe del Estado Mayor el general, Martin Dempsey, se presentaron en la Casa Blanca para llamar desde allí a varios senadores. Poco después saltaban las alarmas tras el envío de un comunicado de la oficina de Prensa de la Casa Blanca que anunciaba una comparecencia del presidente. Con más de media hora de retraso, Obama eligió el Jardín de la Rosaleda para dirigirse a los estadounidenses junto al vicepresidente, Joe Biden. Sin embargo, prefirió que Kerry, Hagel y Dempsey se quedaran dentro de los muros de la Casa Blanca.

«Después de una deliberación cuidadosa, he decidido que Estados Unidos debe dar una respuesta militar contra objetivos del régimen sirio. No será una intervención con un final abierto. No pondremos ''botas'' sobre el terreno. Nuestra acción será limitada, pero no entrará en vigor mañana ni tampoco en una semana o dentro de un mes. Sin embargo, estoy dispuesto a dar esta orden como comandante en jefe, siempre pensando que es lo mejor para nuestros intereses nacionales», aseguró Obama en una intervención que duró 10 minutos. Pero lo mejor estaba por llegar. A continuación, explicó que tenía un segundo anuncio que hacer. Un nuevo golpe de efecto. Mientras que todo el mundo esperaba que pusiera fecha al ataque, él miró para otro lado. «También soy el presidente de la democracia constitucional más antigua del mundo. Por eso, buscaré la autorización del uso de la fuerza de los representantes en el Congreso del pueblo estadounidense», indicó para sorpresa de los presentes.

Decisión de última hora

Una decisión en la que han tenido gran peso los consejos de Kerry y Biden para intervenir bajo el paraguas del Parlamento y de la ONU. Además, el revés de la Cámara de los Comunes que alejó a Reino Unido de la alianza Cameron-Obama en Siria habrá condicionado a cambiar los planes del presidente. «Comprendo y apoyo la postura del presidente», dijo el «premier» británico. Curiosamente, el nuevo (y único) aliado de EE UU en el eventual ataque a Damasco, François Hollande, fue quien provocó el retraso en la comparecencia de ayer, según fuentes cercanas al presidente francés, ya que minutos antes de acudir a su encuentro con la Prensa, Hollande quiso manifestar su apoyo a Obama. «El presidente le ha reafirmado su determinación de actuar para sancionar al régimen», indicó dicha persona a Reuters. Según lo previsto, los congresistas llegan al Capitolio después del receso estival el próximo 9 de septiembre, a menos que decidan adelantarse para abordar este asunto. «El jefe del Estado Mayor me ha informado de que podemos atacar cuando queramos. Durante los últimos días, hemos oído a los miembros del Congreso decir que quieren que los escuchemos. Y estoy totalmente de acuerdo. Por eso, esta mañana he hablado con los cuatro líderes del Congreso y han acordado programar un debate y una posterior votación, en cuanto se reanuden las sesiones», confirmó Obama. Fuentes de la Administración Obama aseguraron que tienen una fuerte confianza en que el Congreso dará su apoyo a una intervención militar en Siria. También explicaron, según Reuters, que el presidente decidió a última hora del viernes que solicitaría el apoyo del Congreso a esta acción militar pese a que legalmente no es necesario, ya que cree que el debate y la votación servirán para unir al país y apoyar la intervención. «Mi Administración estará preparada para proporcionar cualquier información que necesiten para entender lo que ha ocurrido en Siria», concluyó el presidente, que no aceptó preguntas después de su intervención.

Sólo una periodista alcanzó a gritarle mientras se volvía a meter en la Casa Blanca si actuaría por su cuenta en caso de que el Congreso no alcanzase a autorizar el ataque a Siria. No obtuvo ninguna respuesta.