Estados Unidos

"Odio a Trump": la grieta que los republicanos deberán cerrar después de New Hampshire

Una parte de los votantes republicanos asegura estar dispuesto a votar a Biden si Trump es el candidato

Republican presidential candidate former President Donald Trump speaks during a campaign event in Laconia, N.H., Monday, Jan. 22, 2024. (AP Photo/Matt Rourke)
Election 2024 TrumpASSOCIATED PRESSAgencia AP

Gane o pierda en las primarias republicanas del estado de New Hampshire, Donald Trump tendrá dos objetivos electorales que afrontar. Uno de ellos, a corto plazo, será dar la puntilla a su rival Nikki Haley en el caso de que el duelo por la Casa Blanca no haya quedado resuelto al amanecer de este miércoles.

El otro reto, a medio plazo, será cerrar una pequeña fuga en el sistema detectada en su propio partido, el de los “odiadores de Trump”, aquellos republicanos que aseguran estar dispuestos a votar a Joe Biden antes a que al excéntrico ex presidente convencidos de que hacen el bien a su país… y a su propio partido.

Muchos de ellos están aglutinados en torno a la más moderada Haley (ex embajadora de los Estados Unidos ante Naciones Unidas), aunque la verdadera cuestión está en saber cuántos son y hasta qué punto están dispuestos a mantener hasta el final su amenaza. El voto útil, en Estados Unidos y en cualquier lugar del mundo, pesa mucho. Y votar con la nariz tapada es ya una práctica asentada en las democracias.

El 43%, con Biden

La existencia de este núcleo de resistencia anti Trump se hizo patente, según refleja este martes la web Politico, en una de las encuestas previas al caucus de Iowa, cuando un sondeo de NBC News/Des Moines Register/Mediacom entre votantes de ese estado encontró que el 43 por ciento de los partidarios de Nikki Haley dijeron que apoyarían al presidente Joe Biden antes que a Trump.

Este caldo de cultivo es aún más notorio en New Hampshire, un estado más proclive a Haley y, por tanto, crucial para las aspiraciones de la única rival al favorito republicano.

 La cascada de problemas judiciales de Trump hace que sea más difícil que nunca calibrar la fuerza de esta resistencia interna. Otra encuesta del New York Times/Siena College encontró que Biden tenía un apoyo ligeramente mayor entre los demócratas y los independientes de tendencia demócrata (91 por ciento) que Trump entre los republicanos e independientes de tendencia republicana (86 por ciento).

"No puedo votar a Trump"

“No puedo votar por Trump. Es un delincuente. Es demasiado corrupto”, dijo Scott Simeone, de 64 años, un votante independiente de Amherst, que respaldó a Trump en 2016 y 2020. “Voté por él y no me di cuenta de que es tan corrupto como es”, añadió, según recoge Politico.

“No encuentro nada bueno que decir sobre Trump, pese a que lo intento. Es peligroso y la gente que lo rodea también lo es", afirmaban algunos de los asistentes a uno de los mítines de Nikki Haley. “Nunca votaré a Trump. Le odio con toda mi alma”, explicaba otro.

Esta fuga interna no es nueva en Estados Unidos. En 2008, partidarios de Hillary Clinton impulsaron un movimiento para no votar a Barack Obama, su verdugo en las primarias demócratas. Algo similar ocurrió en 2016 con los partidarios de Bernie Sanders y con los detractores de Trump en la acera de enfrente.

El éxito de ambos movimientos fue mínimo. De hecho, las posibilidades de que una respuesta interna de este tipo influyera en el resultado final pasa únicamente por un recuento muy ajustado, algo en lo que Estados Unidos tiene experiencia. Y, a estas alturas, nadie descarta que también en las filas de Biden pueda haber deserciones.