
Ucrania
La ofensiva en Kursk eleva la moral ucraniana y daña la infraestructura bélica de Rusia
El Ejército de Ucrania reivindica el control de 74 localidades en la región rusa y avances de entre uno y tres kilómetros
Ucrania no está interesada en tomar el territorio en la región rusa de Kursk y simplemente quiere proteger la vida de su gente, subrayó ayer su Ministerio de Asuntos Exteriores, al día siguiente de que los dirigentes del país calificaran su operación allí de «ofensiva». «A diferencia de la Federación Rusa, Ucrania no necesita nada que pertenezca a otro», afirmó su portavoz, Gueorgui Tiji.
En la segunda semana de la primera incursión de un Ejército extranjero en Rusia desde la Segunda Guerra Mundial, Ucrania controla más de 1.000 kilómetros cuadrados de suelo ruso, más de lo que Rusia ha conquistado en Ucrania desde principios de 2024. Según afirmó el comandante en jefe del Ejército, Oleksandr Sirski, las fuerzas ucranianas avanzaron entre uno a tres kilómetros y capturaron 40 kilómetros de territorio, con 74 localidades ahora bajo control. «El objetivo de la operación es preservar la vida de nuestra gente y proteger el territorio de Ucrania de los ataques rusos», subrayó por su parte Tiji.
Reiteró que Rusia ha llevado a cabo más de 2.000 ataques, ha lanzado 255 bombas aéreas guiadas y más de 100 misiles contra la cercana región ucraniana de Sumy este verano. Según explicó un asesor del jefe de la oficina presidencial de Volodimir Zelenski, Myjailo Podoliak, Rusia estaba segura de que su territorio estaba fuera de límites y de que nadie se atrevería a destruir la infraestructura de la guerra en su propio territorio. «Ucrania está demostrando ahora que no es así», subrayó.
La ofensiva terrestre en Kursk es «una de las dos vías» para poner fin a la guerra, según Podoliak, junto con obtener la capacidad de lanzar ataques de largo alcance en el interior del territorio ruso. «Pero para ello se necesitan muchos misiles y el abandono definitivo de las prohibiciones sobre el uso de estos misiles en el territorio de Rusia», señaló, refiriéndose a las restricciones impuestas por EE UU y otros aliados.
Aunque muchos en Ucrania esperan que la ofensiva en Kursk pueda empujar a los aliados a finalmente levantar la prohibición demostrando la vulnerabilidad de Rusia y la vacuidad de sus amenazas, todavía no hay señales de que eso pueda suceder pronto. Según «The Telegraph», Reino Unido ha prohibido explícitamente a Ucrania el uso de sus misiles Storm Shadow en Rusia, a pesar de la gran ayuda que podría proporcionar a los planes ucranianos por destruir los centros de mando militar y la logística rusos.
Por ahora, Rusia no ha podido contener el avance ucraniano, según Kyiv. Se ha visto obligada a enviar fuerzas adicionales a la región atacada, lo que impide que transfiera unidades a la región de Donetsk y complica su logística allí, subrayó también el representante de Asuntos Exteriores.
Si Ucrania logra avanzar más en Kursk, Rusia podría verse obligada a desviar más fuerzas de Pokrovsk, Chasiv Yar y Toretsk, sus objetivos prioritarios en la región de Donetsk. En los últimos días, Moscú ha logrado algunos avances cerca de Pokrovsk y Toretsk y por ahora mantiene la presión allí a pesar de las grandes pérdidas de personal y equipo, según Kyiv.
Además de perseguir objetivos puramente militares, la operación en Kursk ya ha tenido un importante efecto psicológico. Antes de su inicio, «la moral en Ucrania estaba cayendo a falta de victorias», declaró ayer a los medios locales Roman Kostenko, coronel del Servicio de Seguridad de Ucrania y jefe del Comité de Defensa del Parlamento. «La operación ya es un éxito y quizás en un futuro próximo se realicen operaciones similares en otras zonas», sugirió.
Según Kostenko, el Ejército ucraniano ha logrado algo impensable en la era de las tecnologías al mantener en completo secreto su intención de atacar. El alto mando militar sigue manteniendo un completo silencio sobre el número y el tipo de fuerzas ucranianas en Kursk, que se cree que involucran a «miles» de soldados. Según los analistas militares ucranianos, parte de las fuerzas que se encuentran ahora en Rusia fueron desviadas de la línea del frente en la región de Donetsk.
Tamara, de 72 años, residente en la región occidental de Volyn, solo recibió un mensaje de texto de su hijo, que estaba sirviendo cerca de la frontera con Kursk, desde el inicio de la ofensiva. “No dijo nada, solo que estaba bien. Sé que está en Kursk y me preocupo mucho”, compartió.
Según un exoficial ruso que habló con él medio “Historias Importantes”, Ucrania había intensificado sus incursiones al otro lado de la frontera ya hace tiempo. El mando militar ruso tomó pocas medidas y la frontera permaneció “abierta”, afirma, con los soldados que tenían pocas armas y ningún equipo pesado.
Como resultado, Ucrania rompió fácilmente la defensa. “Simplemente avanzaron sin buscar capturar todas las posiciones rusas”, según el ex oficial. Mientras los reclutas rusos se rindieron en grandes grupos los ucranianos destruyeron los refuerzos enviados con cohetes y drones.
A pesar de la resistencia rusa ahora más activa, unidades avanzadas ucranianas estarían avanzando hacia el sureste a lo largo del río Psiol, ya más allá del pueblo de Plejovo, escribe el analista militar Kostiantin Mashovets. “Si es verdad, el frente ofensivo ucraniano en Rusia se está expandiendo significativamente", ha subrayado.
✕
Accede a tu cuenta para comentar