Geopolítica
Olvide el Mar Rojo: China acaba de plantar su bandera en el Mar Negro y casi nadie se ha enterado
Georgia le adjudica la construcción del puerto más profundo del Mar Negro, no muy lejos de la disputada península de Crimea, que le permite contar con otra ruta comercial y hacer pinza con Rusia
China acaba de añadir una muesca más en su más que acreditada política de conquistas silenciosas, esa que le permite entrar de puntillas en un territorio y plantar su bandera cuando el resto del mundo está pendiente de otros escenarios. Lo lleva haciendo décadas, vía talonario, comprando materias primas a países hispanoamericanos en apuros o adquiriendo deuda en nuevas naciones europeas en problemas. También, por supuesto, controlando las economías de las naciones africanas en ese nuevo ente que ha pasado a llamarse, acertadamente, Chináfrica.
Este jueves ha dado una muestra más al recibir una de sus empresas la concesión para construir un puerto aparentemente intrascendente en la trastienda del disputado Mar Negro, escenario de cruentos enfrentamientos entre Ucrania y Rusia. El puerto se encuentra en la costa de Georgia, un país que está en el foco por una ley que coarta derechos fundamentales, la polémica ley de agentes extranjeros aprobada en el Parlamento del país pese a las críticas de la Unión Europea y la oposición local, que denuncian su similitud con la legislación utilizada por Rusia para acallar a la disidencia.
Aprovechando este revuelo, el Gobierno georgiano ha adjudicado al consorcio China Communications Construction Company Limited y China Harbour Investment la construcción del puerto marítimo más profundo del mar Negro en la ciudad de Anaklia, que tiene varias lecturas que han sembrado el temor en la Unión Europea.
Entre otras cosas, la nueva infraestructura permitirá a China contar con una vía alternativa al Mar Rojo y reforzar su pinza con Rusia en una zona situada no muy lejos de la península de Crimea.
"El ganador es una de las empresas estatales más grandes de China, que tiene una amplia experiencia, también en la ejecución de proyectos de este tipo. Su solicitud para la implementación de este proyecto fue muy buena", argumentó el primer ministro georgiano, Irakli Kobajidze, según informa Efe.
Preocupación en la Unión Europea
El exministro de Defensa de Georgia y miembro del partido opositor Movimiento Nacional Unido, Dmitri Shashkin, dijo a los periodistas que "con la llegada de una empresa china a Georgia está surgiendo una nueva realidad geopolítica, ya que aparece un actor completamente nuevo en el mar Negro".
"China tiene una confrontación con Europa, Estados Unidos y Turquía. El único país con el que China no tiene contradicciones es Rusia. Estos dos países, China y Rusia, quieren controlar el 'corredor intermedio' del tránsito de carga y Georgia se convierte en un rehén de los intereses de grandes actores", opinó.
Otro representante de ese partido, el diputado Petre Tsiskarishvili, afirmó que "al final, todo lo que rodea al puerto de Anaklia, desde el punto de vista comercial y militar, así como toda la parte del mar Negro que ocupa, será controlado por Rusia a través de su hombre en Georgia (el presidente honorario del gobernante Sueño Georgiano) Bidzina Ivanishvili", informa la agencia Efe.
Las autoridades defienden sin embargo que el comercio anual de China con Europa asciende a 780.000 millones de dólares y "si tan solo el 5 % de la carga pase a través de Georgia, eso ya será muy bueno".
El puerto, valorado en 2.500 millones de dólares, ocupará una superficie de 400 hectáreas y podrá recibir navíos con un desplazamiento náutico de hasta 100.000 toneladas, como los puertos de Shanghái o Singapur.
Los puertos de Batumi y Poti, ahora los más importantes de Georgia, pueden acoger barcos con un desplazamiento de hasta 40.000 toneladas
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