Guerra en Gaza

La ONU denuncia los ataques israelíes en Gaza: pueden constituir crímenes de lesa humanidad

Un informe la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos analiza seis bombardeos israelíes que implican «ataques sistemáticos» contra la población civil

Los bombardeos del Ejército israelí en la Franja de Gaza pueden constituir crímenes contra la humanidad al implicar «ataques sistemáticos contra la población civil», según recoge un informe publicado este miércoles por la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos. El estudio analiza únicamente seis ataques aéreos israelíes contra edificios residenciales, campos de refugiados, una escuela y un mercado, que causaron la muerte de 218 personas.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), que emplearon bombas GBU-31, GBU-32 y GBU-39, provocaron un elevado número de víctimas civiles y una enorme destrucción de objetos no militares, planteando así «serias dudas sobre la aplicación de las leyes de la guerra en cuanto a respeto de los principios de distinción, proporcionalidad y precaución», subraya el escrito. «Dada la densa población de las áreas contra las que se dirigieron estos explosivos, el uso de ellos, con unos efectos tan amplios en extensas zonas, es probablemente un ataque indiscriminado», algo prohibido por las leyes internacionales.

En cinco de los seis ataques analizados ni siquiera se emitió una alerta previa. Según el jefe de la oficina de la ONU, el alto comisionado Volker Türk, la norma de reducir al mínimo el daño a civiles en acciones bélicas «parece haber sido consistentemente violada en la campaña de bombardeos de Israel». El informe, señaló Turk, incluye las declaraciones de algunos responsables del Ejército israelí que reconocieron que su principal objetivo era causar el máximo daño con sus ataques en Gaza.

El documento también recoge las declaraciones de varios oficiales de las FDI en las que llegan a calificar como «bestias humanas» a todos los residentes del enclave palestino, en el que han muerto más de 37.000 personas.

La mitad de los ataques analizados fueron dirigidos contra «individuos relacionados» con el atentado del 7 de octubre, según las FDI. Sin embargo, la oficina de la ONU subraya que «la mera presencia de un comandante o varios combatientes no convierte un vecindario entero en un objetivo militar». Ese método «violaría el principio de probabilidad y la prohibición de ataques indiscriminados», insiste el informe.

En vista de las conclusiones del estudio, el alto comisionado pidió que Israel investigue estos y otros incidentes con el fin de identificar a sus responsables para que rindan cuentas. La Misión de Israel ante la ONU en Ginebra, no obstante, cargó contra un informe que, según sus declaraciones, «sufre de sesgos metodológicos y a posteriori» que le restan credibilidad.

«Su único objetivo es arremeter contra Israel, protegiendo aún más a los terroristas de Hamás en Gaza», respondieron los representantes diplomáticos israelíes. «Hamás integra de forma sistemática e ilegal sus activos militares en zonas pobladas, y lleva a cabo actividades militares en ellas, entre sus civiles, con intención deliberada de que haya el mayor daño posible a la población, manipulando además de forma cívica las estadísticas de víctimas».