Escalada de tensión

Pakistán lanza ataques aéreos de represalia contra Irán y mata a nueve personas

Dos días antes, Teherán atacó bases de un grupo rival suní dentro del territorio paquistaní

En medio de un contexto regional de alta tensión irradiada a partir de la guerra entre Israel y Hamás, Irán y Pakistán, dos países vecinos que hasta ahora mantenían buenas relaciones, se han situado al borde de un conflicto bélico abierto en apenas 48 horas.

Los primeros en golpear fueron las fuerzas de República Islámica, que bombardearon intereses de Yaish al Adl, entidad insurgente suní, en la provincia paquistaní de Baluchistán, fronteriza con Irán. Los misiles iraníes acabaron con la vida de dos menores e hirieron a tres niñas, según datos de las autoridades locales. Yaish al Adl se opone al régimen iraní, fundamentado en el islam chií, y pretende la independencia de la provincia de Sistán y Baluchistán, en la frontera entre Irán y Pakistán. La organización revindicó el atentado registrado en diciembre en la ciudad iraní Rask -que dejó a once policías muertos.

Y tras haber advertido de “las graves consecuencias” de la “inaceptable violación” de “su soberanía y del derecho internacional”, Islamabad hacía lo propio atacando con drones a grupos armados en el sureste de Irán.

Según fuentes oficiales paquistaníes, el objetivo concreto fueron al menos “siete escondites” de los grupos terroristas Ejército de liberación Baluchi y Frente de Liberación Baluchi, ambas entidades insurgentes activas en Pakistán, y el balance de la operación fue de “varios terroristas” abatidos. El Ministerio de Exteriores de Pakistán afirmó haber llevado a cabo “una serie de ataques militares de precisión altamente coordinados y específicamente dirigidos contra escondites terroristas en la provincia iraní de Sistán y Baluchistán”.

Por su parte, según la versión recogida de fuentes locales por las agencias oficiales iraníes, los bombardeos pakistaníes sacudieron zonas urbanas en la provincia de Sistán y Baluchistán y se cobraron la vida al menos nueve personas, entre ellas mujeres y niños de nacionalidad paquistaní.

En una respuesta similar a la ofrecida por el Ministerio iraní de Exteriores en la víspera las autoridades paquistaníes negaron que el objetivo de los bombardeos fueran los intereses de sus vecinos. Desde la ciudad suiza de Davos el ministro de Exteriores iraní Hossein Amirabdollahian hablaba de Pakistán como “país hermano” este miércoles, el mismo calificativo empleado este jueves por la Cancillería paquistaní.

“Pakistán respeta plenamente la soberanía y la integridad territorial de la República Islámica de Irán. El único objetivo del acto de hoy fue la búsqueda de la propia seguridad y el interés nacional de Pakistán, que es primordial y no puede verse comprometido”, expuso en un comunicado el Ministerio de Exteriores paquistaní.

Además, Islamabad justificó los bombardeos en la “falta de acción” de Irán ante sus “graves preocupaciones” de seguridad, a pesar de las “pruebas” presentadas sobre la presencia de terroristas paquistaníes en territorio iraní.

Si este miércoles Islamabad llamaba a consultas a su embajador en Teherán y decretaba el fin de los encuentros de alto nivel entre representantes de ambos países hoy Irán, en actitud igualmente molesta, convocó al encargado de negocios paquistaní para “pedirle explicaciones” sobre el ataque. Más contenido que su homólogo en la víspera, el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Naser Kananí, se limitó a condenar el ataque de sus vecinos.

Los vecinos y aliados de ambos países de Asia Central llamaron de manera casi idéntica este jueves a la “contención” y la “calma” a las autoridades iraníes y paquistaníes. China se ofreció a “desempeñar un papel constructivo” para aliviar la tensión entre las dos naciones, con las que mantiene buenas relaciones. Rusia, aliada de Irán, llamó la contención entre los dos países y expresó su “alarma” por la escalada.

Por su parte, los talibanes, en el poder en Afganistán desde el mes de agosto de 2021, pidieron hoy a las partes “contención” ante la posibilidad de una escalada. “El Ministerio de Exteriores del Emirato Islámico de Afganistán considera alarmante la reciente violencia entre Irán y Pakistán y pide a los dos países vecinos que ejerzan contención”, aseguró el portavoz de la cartera, Abdulqahar Balji, en un comunicado.

“A la luz de la recientemente hallada paz y estabilidad en la región tras largas guerras e inestabilidad impuestas, ambas partes deben dedicar esfuerzos a fortalecer aún más la estabilidad regional y resolver las disputas a través de los canales diplomáticos y el diálogo”, remató el vocero de los insurgentes afganos. Desde Ankara, el ministro de Exteriores de Turquía, Hakan Fidan, pidió hoy a Irán y Pakistán que resuelvan mediante “el diálogo y negociaciones de buena vecindad” el conflicto abierto en los últimos dos días.

Al tiempo que mantiene abiertos varios frentes a través de fuerzas proxy en distintos puntos de Oriente Medio contra Israel y sus aliados, la República Islámica de Irán ha abierto en las últimas horas un inopinado nuevo frente bélico de la región después de sus bombardeos contra insurgentes en Siria, Irak y Pakistán. También el martes, Teherán atacaba una supuesta base de los servicios de Inteligencia israelíes en la capital del Kurdistán iraquí, Erbil, y contra objetivos vinculados con Estado Islámico en el noroeste de Siria.