Una pareja fumando en el baño del avión desata el caos: los pasajeros quedaron atrapados 17 horas

Lo que se esperaba como un vuelo rutinario desde Cancún (México) hacia Londres se convirtió en una verdadera pesadilla para los pasajeros del vuelo BY49 de la aerolínea TUI Airways. Según reportes de AFP y datos del portal Flightradar24, la razón del caos fue una pareja que fue descubierta fumando dentro del baño del avión, situación que obligó al piloto a tomar la drástica decisión de desviar la ruta hacia el aeropuerto de Bangor, en Maine, Estados Unidos.

El incidente ocurrió aproximadamente a las tres horas y media después del despegue, momento en que la tripulación detectó el humo y alertó a los pasajeros de que, de repetirse el comportamiento, el avión tendría que aterrizar en territorio estadounidense. Así fue: a las 21:30 hora local, el piloto decidió aterrizar para desembarcar a los dos pasajeros implicados en la infracción.

Sin embargo, el problema no terminó ahí. La aerolínea TUI aclaró que el desvío no solo se devió a la expulsión de la pareja, sino también a la necesidad de mantener la seguridad debido a que algunos viajeros comenzaron a mostrar comportamientos disruptivos. Además, la tripulación había alcanzado el límite legal de horas de vuelo, lo que impidió continuar el trayecto hasta Londres sin un relevo.

Espera prolongada y tensión creciente

Durante cinco horas, los pasajeros permanecieron dentro del avión inmovilizados en la pista, sin poder salir. Posteriormente, fueron trasladados a una sala en la base aérea militar del aeropuerto de Bangor, donde tuvieron que esperar más de 12 horas sin poder salir del recinto debido a las estrictas leyes migratorias estadounidenses.

El británico Terry Lawrance, uno de los pasajeros afectados, describió la situación con claridad: “Todos estábamos hartos”. Además se compartieron vídeos que muestran a los viajeros agotados, algunos acostados en colchones inflables, en un ambiente que comparó con “una zona de guerra en un salón: filas y filas de camas. Todo nuestro equipaje seguía en el avión mientras esperábamos”.

Finalmente, tras más de 17 horas de retraso, un nuevo avión con tripulación fresca despegó rumbo a Londres el miércoles 9 de julio a las 15:00 horas, poniendo fin a una odisea que muchos calificaron de agotadora. La compañía aseguró que “todos los pasajeros ya están sanos y salvos en sus casas”.