Lenguas minoritarias

El Parlamento de Dinamarca permite a sus diputados hablar en groenlandés y feroés

El acuerdo contempla que los diputados deberán traducir sus intervenciones en la Cámara

La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, en la sesión de reapertura del Parlamento este martes
La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, en la sesión de reapertura del ParlamentoIda Marie OdgaardAgencia AP

Los diputados feroeses y groenlandeses podrán intervenir en sus respectivos idiomas en el Parlamento danés (Folketing) pero deberán traducirse a sí mismos, según un acuerdo presentado este jueves por la Mesa de esta institución.

El compromiso responde a la controversia generada en mayo pasado, cuando la diputada groenlandesa Aki-Matilda Høegh-Dam, del socialdemócrata Siumut, intervino en su idioma y reclamó que este y el feroés, que tienen carácter oficial en esas regiones autónomas del Reino de Dinamarca, pudieran usarse en la Cámara.

El Parlamento danés consta de 179 diputados, de los que cuatro se dividen a partes iguales entre Groenlandia y las Islas Feroe, que gozan de un amplio grado de autonomía.

El acuerdo establece que los representantes de los territorios autónomos «tendrán la posibilidad de hablar groenlandés y feroés en el Parlamento y tiempo extra para traducirse al danés», consta en un comunicado.

Se traducirán a ambos idiomas además los resúmenes de los principales debates parlamentarios y aquellos que traten asuntos relacionados directamente con esos territorios situados en el Atlántico norte y la página web de la Cámara será traducida parcialmente al groenlandés y el feroés.

«A los diputados elegidos en Groenlandia y las Feroe se les ofrecerán además medios extraordinarios para contratar a su propio intérprete para que pueda ayudarlos a difundir el trabajo parlamentario al público en Groenlandia y las Feroe», consta en el acuerdo.

El último punto alude a que todos los diputados y empleados del Parlamento podrán tomar cursos sobre la historia, cultura, situación política e idioma de Groenlandia y las Feroe para tener una «mejor comprensión» de la realidad de esos territorios integrados en la denominada Mancomunidad del Reino de Dinamarca.

El Siumut groenlandés se ha mostrado crítico con el acuerdo, cuyo coste estimado es de unos 10 millones de coronas danesas (1,3 millones de euros) anuales, por no incluir la traducción simultánea.

«Si hablo en groenlandés, tendré que traducirme a mí mismo al danés. No es la mejor solución», declaró Markus E. Olsen, que sustituirá temporalmente a Høegh-Dam las próximas semanas.

Olsen reclamó las mismas condiciones que rigen en el Parlamento autonómico de Groenlandia, donde sí hay traducción simultánea.

Una de las cuatro vicepresidentes del Folketing, Karina Adsbøl, del ultraderechista Los Demócratas de Dinamarca, se mostró contraria al acuerdo. «Siempre ha habido una tradición de hablar danés en el Folketing y desde su tribuna, y esa tradición se ha roto», dijo Adsbøl.