El Parlamento de Finlandia da luz verde al histórico ingreso en la OTAN

Sin esperar a la ratificación de Hungría y Turquía, el Parlamento de Finlandia («Eduskunta») dio luz verde por una amplia mayoría (184 contra 7) a su adhesión a la OTAN. Un mero trámite dado el amplio consenso nacional para integrarse en la Alianza Atlántica tras décadas de no alineamiento militar. En contra votaron seis diputados de la Alianza de Izquierdas, socio del Gobierno de coalición, por temor a que el ingreso en la OTAN suponga la instalación de armas nucleares y bases militares en suelo finlandés. Extremo que no ha ocurrido ni en Noruega ni Dinamarca, socios de la Alianza desde 1949.

«El motivo por el que solicitamos la adhesión a la OTAN es muy simple: la línea de la OTAN es la única que Rusia no se atrevería a cruzar», explica la primera ministra finlandesa, la socialdemócrata Sanna Marin.

El Parlamento ya aprobó en mayo (188 votos a favor y 8 en contra) solicitar el ingreso en la OTAN. Ahora el Gobierno se adelanta a Hungría y Turquía, los dos únicos de los 30 socios de la organización que no han dado su plácet a la adhesión, y ratificar el tratado antes de las elecciones legislativas del 2 de abril.

Pese a este escollo, el ministro de Exteriores, el verde Pekka Haavisto, se mostró ayer optimista. «Sí, incluso en la OTAN, el tiempo corre en este tema. Si no sucede que Finlandia y Suecia sean miembros de la OTAN en la Cumbre de Vilnius, ensombrecerá la política de puertas abiertas de la OTAN. Yo creo que la gran mayoría de los 28 países de la OTAN, que ya han ratificado, piensan lo mismo», aseguró.

Esa es la ventana de oportunidad que se abre para que Finlandia y Suecia ingresen finalmente en la organización militar. Los dos países nórdicos presentaron oficialmente su candidatura tras constatar que necesitan el paraguas de seguridad que ofrece la OTAN (el artículo 5) ante la creciente amenaza rusa.

Mientras, en Budapest, el Parlamento húngaro iniciaba por fin ayer el debate sobre la adhesión de Suecia y Finlandia tras numerosos retrasos. Si bien el primer ministro, Viktor Oban, ha expresado públicamente su apoyo a la ampliación al norte de Europa de la Alianza, algunos diputados del gubernamental Fidesz pueden tener la tentación de vengarse de las críticas vertidas por Finlandia y Suecia sobre las violaciones del Estado de derecho. Más conciliadora, la presidenta, Katalin Novák, aseguró que «en la actual situación la adhesión de Suecia y Finlandia es justificada». «Confío en que el Parlamento tome una sabia decisión lo antes posible».

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Sin embargo, el principal escollo a las ambiciones transatlánticas de Helinski y Estocolmo procede de Ankara, que ha amenazado con respaldar solo a Finlandia porque Suecia no habría hecho los esfuerzos suficientes para combatir el terrorismo kurdo. Tras cinco semanas de bloqueo, el próximo miércoles Suecia, Finlandia y Turquía reanudarán las negociaciones en la sede de la Alianza en Bruselas. Pocos esperan que Ankara afloje su posición hasta las presidenciales del 14 de mayo.