
Reino Unido
El partido independentista Plaid Cymru arrebata a los laboristas su bastión histórico en Caerphilly y reconfigura la política galesa
Primera derrota de los laboristas en Caerphilly en cien años. Farage también sufre un revés

Plaid Cymru ha ganado las elecciones parciales de Caerphilly, en el sur de Gales, en un resultado considerado un punto de inflexión en la política galesa y británica. El partido independentista, liderado por Rhun ap Iorwerth, arrebató al Partido Laborista un escaño que este había controlado durante un siglo, consolidando su posición como principal fuerza política emergente en el país.
La candidata de Plaid, Lindsay Whittle, obtuvo 15.961 votos, imponiéndose a Llyr Powell, de Reform UK, que consiguió 12.113 votos, y dejando muy atrás al Partido Laborista, cuyo candidato Richard Tunnicliffe se quedó con 3.713 votos. La victoria otorga a Plaid una mayoría de 3.848 votos y refleja una caída drástica del apoyo laborista en lo que había sido uno de sus bastiones más seguros.
En su discurso de victoria, Whittle dedicó unas palabras al fallecido Hefin David, antiguo representante laborista cuyo deceso provocó la convocatoria electoral. “Será difícil seguirle el paso. Nunca podré ocupar su lugar, pero prometo seguir su camino”, declaró. Añadió además un mensaje de advertencia política: “Escuchen, Cardiff, y escuchen, Westminster. Esto es Caerphilly. Y les decimos que queremos un mejor acuerdo. Gales está en los albores de un nuevo liderazgo, un nuevo comienzo”.
El líder de Plaid Cymru, Rhun ap Iorwerth, calificó el resultado como “la prueba más clara hasta la fecha” de que su partido está preparado para gobernar Gales tras las elecciones al Senedd previstas para el próximo año. “La gente busca un nuevo liderazgo. Hay una profunda desilusión con el Partido Laborista, tanto en Londres como en Cardiff”, afirmó.
La derrota es un golpe significativo para el Partido Laborista, que actualmente gobierna Gales con una ajustada mayoría. Con esta pérdida, sus 29 de los 60 escaños del Senedd se vuelven insuficientes para aprobar cómodamente el próximo presupuesto, previsto para 2026-27.
El resultado también complica los esfuerzos del primer ministro británico Keir Starmer, quien enfrenta el ascenso de Reform UK en todo el Reino Unido. Aun así, la derrota de Reform en Caerphilly —pese a una intensa campaña apoyada por Nigel Farage— fue interpretada como una señal de que los votantes progresistas aún pueden movilizarse para frenar al partido populista.
Llyr Powell, el candidato de Reform, reconoció la magnitud del avance de su partido, pero evitó pronunciar un discurso tras el recuento. Posteriormente, declaró a la prensa: “Hemos diezmado al Partido Laborista. Es una victoria enorme para nosotros”. Añadió que Reform había usado la elección para perfeccionar su maquinaria de campaña de cara a los comicios del próximo año.
Laborismo en crisis intern
Desde el Partido Laborista galés, la primera ministra Eluned Morgan reconoció la frustración ciudadana. “Hemos escuchado las quejas en las puertas de Caerphilly. Estamos aprendiendo las lecciones y volveremos con más fuerza”, aseguró.
El viceprimer ministro Huw Irranca-Davies adoptó un tono más desafiante, citando a Mark Twain: “Los rumores sobre nuestra muerte están muy exagerados”. Sin embargo, admitió la necesidad de una “reflexión rápida” sobre los motivos del desplome.
El partido enfrenta un clima difícil tras la dimisión del ex primer ministro galés Vaughan Gething por un escándalo de donaciones. Las encuestas más recientes sitúan a Plaid Cymru con un 30% de apoyo, seguido muy de cerca por Reform UK con un 29%, mientras que el Laborismo cae al 14%.
La campaña en Caerphilly estuvo marcada por un intenso debate sobre la inmigración, aunque este asunto —no descentralizado en Gales— parece haber tenido menos peso que cuestiones como la salud, la educación y el coste de vida, que sí son competencia del gobierno galés.
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