Relaciones internacionales
Paz y estabilidad a los lados del estrecho
Con la intención de consolidar la paz a través del estrecho, así como de preservar los intereses y la prosperidad del pueblo de la República de China (Taiwán), nuestro presidente Ma Ying-jeou participó ayer en Singapur en la primera reunión entre los máximos líderes de ambos lados del estrecho desde 1949, cuando el Gobierno de la República de China se trasladó a Taiwán tras la Guerra Civil.
Desde su llegada a la presidencia en 2008, la política del presidente Ma Ying-jeou se ha caracterizado por el desarrollo de los diálogos entre ambos lados del estrecho. Una política que ha resultado beneficiosa para ambas partes y que, en el caso concreto de Taiwán, ha favorecido notablemente su evolución política, social y económica así como su consolidación en la escena internacional.
Estos esfuerzos en favor del diálogo han dado como resultado la firma de un total de 23 acuerdos entre Pekín y Taipei referidos a una gran variedad de asuntos, conciertos que han dado prosperidad y bienestar a ambos lados, los cuales han elevado las relaciones a través del estrecho a su nivel más estable en los últimos 66 años. A medida que las relaciones han ido consolidándose y avanzando, se ha creado al fin un entorno favorable para alcanzar lo que sin duda es un hito histórico: la celebración de una reunión entre ambos líderes bajo condiciones de dignidad e igualdad y en base al Consenso de 1992, por el cual ambas partes consideran que existe sólo «una China», pero cada lado puede interpretar libremente lo que este principio significa.
Por ello, el presidente Ma Ying-jeou ha insistido en la postura de su Gobierno de continuar dando prioridad en las negociaciones al mantenimiento del actual statu quo, premisa que se fundamenta en los principios de no unificación, no independencia y no utilización de la fuerza, todo ello bajo el marco de la Constitución de la República de China (Taiwán). Según un sondeo reciente realizado por el Consejo para Asuntos de China Continental, más del ochenta por ciento de los taiwaneses muestra su conformidad con que se produzca una reunión entre ambos líderes siempre que esta se celebre, como es el caso, en condiciones de igualdad, dignidad, reciprocidad y transparencia.
Si a todo ello se añade que nuestro presidente se ha comprometido a comparecer ante la Cámara Legislativa si así se le requiere para dar cuenta del contenido de la reunión, se cumplen las tres condiciones previas impuestas por el propio presidente Ma para la celebración de un encuentro de este nivel: que sea beneficioso para Taiwán, que esté apoyado por el pueblo taiwanés y que cuente con la supervisión del Parlamento.
Independientemente de los resultados tras la histórica reunión, en el futuro Taiwán y China continental deberán continuar esforzándose para reducir animosidades y mantener el desarrollo de las relaciones en el camino correcto, ampliar los intercambios y profundizar en una colaboración que sea, sobre todo, beneficiosa para ambos pueblos y garantía de paz y estabilidad en la región. Esperamos que nuestros amigos españoles, siguiendo el ejemplo de la Unión Europea y de los Estados Unidos, nos apoyen en este proceso hacia la paz regional y mundial.
*Representante de la Oficina Económica y Cultural de Taipéi en España
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