Colombia

Peña Nieto recurre al palo y la zanahoria en Michoacán

El líder mexicano promete mano dura contra la violencia y grandes inversiones

Peña Nieto (centro) y los ministros de Defensa y Gobernación, en su visita ayer a Morelia (Michoacán)
Peña Nieto (centro) y los ministros de Defensa y Gobernación, en su visita ayer a Morelia (Michoacán)larazon

Combatir la inseguridad a golpe de talonario. Ayer, el presidente mexicano Peña Nieto anunció un programa especial para reimplantar la seguridad en Michoacán, que en los últimos meses ha sido escenario de conflictos entre grupos de autodefensas –ciudadanos armados- y el cartel de los Caballeros Templarios. Un programa de cinco ejes en educación, empleo, salud, seguridad, construcción de carreteras y una presa, así como inversión pública por más de 45.000 millones de pesos, unos 2.500 millones de dólares. Se trata de un estilo radicalmente opuesto al de su antecesor, el ex presidente Felipe Calderón, cuya guerra frontal contra el «narco» dejó un reguero de muertos.

Peña Nieto aseguró que continuaría con el ataque frontal contra los distintos cárteles, sin pactar con los narcos. Sin embargo este paquete de medidas incluye además una fuerte carga social, un giro importante que en un futuro podría implementarse a nivel nacional. El programa también contempla el «uso legítimo de la fuerza pública» para combatir a las organizaciones de delincuencia organizada. Mano dura y dólares.

Durante la presentación del programa, llamado «Juntos lo Vamos a Lograr», Peña Nieto advirtió de que el Gobierno federal permanecerá en el Estado el tiempo que sea necesario para recuperar la seguridad, pues reconstruir el tejido social «tomará tiempo», dijo. Actualmente hay 238 policías municipales realizando procesos de evaluación y capacitación.

La nueva estrategia oficial se aplica días después de iniciarse la regularización de los grupos de autodefensa que operan en Michoacán. Los guardias comunitarios registraron sus armas ante el Ejército, además que se inició un proceso de evaluación para establecer quienes cumplen con las condiciones de confianza para permanecer en la corporación. El convenio firmado implica que, por el momento, las autodefensas conservarán las pistolas y fusiles de asalto con que se han enfrentado a los Caballeros Templarios, lo cual provoca una controversia, pues este equipo sólo puede ser utilizado por las Fuerzas Armadas.

El acuerdo para institucionalizar a las autodefensas contempla que serán incorporadas a organismos municipales o bien a los cuerpos de guardias rurales, una policía que existe desde el inicio del siglo antepasado y que actualmente mantiene tropas en algunos estados. Más allá de la controversia, lo cierto es que no será fácil ordenar a las autodefensas en Michoacán y los otros diez Estados donde existen. Y es que como advierte la consultora en internet InSightCrime, la legitimación de las autodefensas trae a primer plano una preocupación que se ha gestado desde hace tiempo: la posibilidad de que estos grupos «se puedan convertir en fuerzas paramilitares como las que históricamente se vieron en Colombia, Guatemala y Perú». De hecho, varias investigaciones apuntan a que estos grupos estarían aliados con el cártel de Sinaloa para expulsar a los Caballeros Templarios.