Tiroteo en EEUU

Policías fuera de servicio abaten a una mujer que disparó dentro de una megaiglesia en Houston

La atacante dejó herido de gravedad a un niño de cinco años

Agentes fuera de servicio han matado este domingo a una mujer que entró en la megaiglesia de Lakewood, en Houston, armada con un fusil y abrió fuego. La mujer iba acompañada por un menor. La Policía de Houston ha informado de que como consecuencia del tiroteo hay un menor de cinco años herido en estado crítico y un herido de 57 años con un disparo en una pierna. "El aviso llegó a las 13.53 horas (hora local). Una mujer (de entre 30 y 35 años) entró con un abrigo largo y una escopeta acompañada de un niño (...) y comenzó a disparar", ha relatado el jefe de la Policía de Houston, Troy Finner, en rueda de prensa. El ataque se ha producido justo antes del comienzo de la misa en español.

Los dos agentes que abrieron fuego estaban realizando un trabajo extra --uno de ellos trabaja en la Comisión de Bebidas Alcohólicas de Texas-- y alertaron de que la atacante mencionó unos explosivos, por lo que se avisó a los artificieros, que comprobaron que no llevaba ninguna bomba en la mochila que portaba o en su coche. La mujer finalmente falleció, ha indicado.

"Tenía un arma larga y podría haber sido mucho peor, pero los agentes dieron un paso al frente e hicieron su trabajo y les quiero dar las gracias por ello", ha señalado Finner en referencia a la respuesta de los agentes fuera de servicio. El hombre de 57 años, que se encuentra en estado estable, no tenía nada que ver con la acción y se cree que solo "estaba paseando" por la zona.

El alcalde de Houston, John Whitmire, ha destacado que este incidente "es una oportunidad para centrarnos". "Habrá patrullas extra y contactos con nuestros compañeros federales y locales. Vamos a incrementar las patrullas en torno a las sedes religiosas", ha prometido.

"Esto ya no es un caso activo. Tenemos todo bajo control. Todavía estamos comprobando que todo es seguro. Vamos a estar aquí más o menos por la noche. Estamos rezando por todas las familias que están aquí", ha añadido.

En ese sentido, ha lamentado una situación "muy difícil" por ocurrir en una iglesia, donde las personas van "a tranquilizarse y a rezar a dios", y ha remarcado que las autoridades van a trabajar para "que todos sigan asistiendo a la iglesia". Cabe destacar que esta iglesia, de tipo evangélica, tiene una capacidad de 16.800 personas y cada semana acoge a más de 50.000 asistentes.