Pompeo y la cuestión venezolana

«Mike Pompeo, Director de la CIA, es nuestro nuevo Secretario de Estado. ¡Hará un trabajo fantástico! ¡Gracias a Rex Tillerson por su servicio! Gina Haspel es la nueva Directora de la CIA, y la primera mujer en serlo. ¡Felicitaciones a todos!». Este fue el mensaje del presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump para anunciar la salida del «hombre de petróleo», Rex Tillerson, y el ingreso del «hombre de la inteligencia», Pompeo. En política, una decisión de gobierno también puede ser un asunto de comunicación. El cambio en su gabinete, podría responder a la reconfiguración de la agenda internacional, y específicamente con respecto a dos temas fundamentales: Corea del Norte y su eventual acercamiento, y, en segundo lugar, Venezuela y el peligro que está significando para todo el hemisferio.

«Venezuela podría convertirse en un riesgo para Estados Unidos. Los cubanos están allí; los rusos están allí; los iraníes y Hizbulá están allí», estas fueron palabras de Pompeo en una entrevista que le realizaron en agosto de 2017. En su cargo como director de la CIA, el hombre de ala dura conservadora y halcón republicano, maneja un amplio conocimiento de la situación venezolana y las relaciones del Gobierno de Maduro con actores que son «enemigos de los EE UU».

Cualquier intervención de Estados Unidos en Venezuela debe necesariamente contar con argumentos sólidos y que cuenten con el visto bueno del resto de los países del continente americano. Es importante destacar que nos referimos a intervención, no invasión. Esto último, y de manera comprensible, contaría con el rechazo de los presidentes de América Latina. No parece que esta acción esté dentro de la agenda de Trump.

Ahora bien, ¿por qué intervenir? Porque esos enemigos de Estados Unidos representan una verdadera amenaza para la vida cotidiana de los norteamericanos. Cuando un gobierno extranjero es sospechoso de admitir la convivencia de personajes vinculados al terrorismo y ampara el narcotráfico, se convierte directamente en aliado de aquellos que directamente intimidan a la ciudadanía norteamericana. Pompeo es el hombre que maneja y entiende este problema, Tillerson, sin dudar de su capacidad, sencillamente responde a otro tipo de agenda política.

La designación de Pompeo coincide con el encarcelamiento de un importante hombre del chavismo disidente, Miguel Rodríguez Torres, que, de acuerdo a las informaciones del Gobierno, sostenía vínculos con importantes actores de las Fuerzas Armadas Bolivarianas. Lo cierto es que el escenario de Venezuela toma un color más intenso, donde no solo las sanciones económicas a personajes del madurismo asumen un rol protagónico en el panorama internacional, sino que el tema de la defensa, parece comenzar a tomar mayor relevancia.

Queda claro que la agenda de Trump con Venezuela se intensifica con Pompeo. A partir de ahora, las declaraciones del hombre duro de la inteligencia norteamericana comenzarán a generar titulares en contra de Maduro y sus acólitos.