El presentador de la BBC suspendido envió mensajes “vejatorios y amenazadores” a un segundo joven

Nuevo giro de guion en el caso del presentador –todavía anónimo– de la BBC envuelto en un escándalo sexual con menores. El diario The Sun publicó el viernes el testimonio de una madre que relataba cómo su hijo, en ese momento un adolescente de 17 años, había vendido “fotografías sexualmente explícitas” supuestamente a una de las caras más conocidas de la prestigiosa radiotelevisión pública británica por valor de 35.000 libras, unos 40.000 euros, para comprar crack. Acudió al tabloide a la desesperada porque consideraba que la corporación no estaba tomándose en serio la denuncia que ella misma presentó. El caso ha hecho temblar los cimientos de la institución, que ha estado envuelta en los últimos meses en una espiral de escándalos.

En una carta remitida el lunes a la BBC, el asesor legal del joven, que tiene hoy 20 años, aseguró haber enviado en la noche del viernes un desmentido al periódico garantizando que “no había nada de verdad” en el testimonio de la madre. Desmentía de forma tajante su versión y parecía disipar la crisis, aunque la familia mantenía sus palabras. Sin embargo, un segundo joven de 20 años, sin relación con el primer implicado, ha hecho saber este martes a la corporación pública que también se sintió amenazado por el mismo presentador, con quien habría contactado de forma anónima en una aplicación de citas. La BBC dice haber confirmado los hechos.

Después de contactar en esta app la conversación se trasladó a otras plataformas, según la versión ratificada por la radiotelevisión pública del Reino Unido. Es entonces cuando el presentador decide revelar su identidad y pedir al joven que mantenga el secreto. Pero cuando este insinuó, en una de sus conversaciones online, que podría destaparle, el presentador envió mensajes “vejatorios y amenazadores” verificados también por la BBC, y el joven reconoció sentirse asustado por el poder que amasaba su interlocutor.

“Las nuevas acusaciones de comportamiento amenazador e intimidatorio por parte del presentador de alto perfil plantean nuevas preguntas sobre su conducta”, recoge en su web la radiotelevisión pública británica. “BBC News reconoce haberse puesto en contacto con el presentador directamente y a través de su abogado, pero no ha recibido respuesta a las últimas acusaciones”.

“BBC News ha podido comprobar que los mensajes fueron enviados desde un número de teléfono perteneciente al presentador. BBC News también ha podido ver el mensaje en línea del joven. Aunque el individuo ha hablado con BBC News, no ha presentado ninguna queja a la unidad de investigaciones corporativas de la BBC, que está estudiando las acusaciones”, añade la nota.

En una rueda de prensa, el director general de la corporación pública, Tim Davie, reconoció no haberse puesto en contacto con el presentador hasta el pasado jueves, casi dos meses después de que se presentara la primera queja a instancias de la BBC contra su periodista. En este escenario, la Policía ha tomado las riendas de la investigación, aunque ha optado por mantener la decisión de la entidad y preservar el anonimato del acusado “por temor a que se le difame y se vulnere su intimidad”.

“Estoy empezando a pensar que el presentador de la BBC implicado en el escándalo debería declararlo públicamente”, tuiteó el popular presentador de radio televisión de la BBC Jeremy Vine. El propio Vine, uno de los señalados erróneamente por su posible implicación en el escándalo, explicó que las nuevas acusaciones “provocarán más virulencia contra colegas perfectamente inocentes. Y la BBC, a la que estoy seguro que él adora, está de rodillas con esto. Pero es su decisión y sólo suya”.