Opinión

La presidencia española del Consejo de la Unión Europea; una oportunidad de trabajar juntos por intereses comunes

La última vez que España asumió la presidencia del Consejo de la Unión Europea en 2010, se destacaba la crisis financiera por la que atravesaban algunos países europeos

El Gobierno lamenta que el PP insista en "politizar" la Presidencia, algo que no tiene precedentes en la UE
España asume la presidencia de turno de la UE este sábadoEuropa Press

España asumirá la presidencia del Consejo de la Unión Europea a partir del 1 de julio, mientras la UE, con todos sus logros y potencialidades, se enfrenta a nuevos retos que se suman a los tradicionales. La difunta exministra de Asuntos Exteriores de Suecia, Anna Lindh, ya había vaticinado que la Unión Europea se enfrentaría, a principios del siglo XXI, a las preguntas de siempre y respuestas ligeramente diferentes, pero el Brexit llevó el proyecto de la UE hacia un desafío diferente. A la vez, la guerra de Ucrania, al revivir desafíos como las oleadas de refugiados y la seguridad energética, ha ocupado un capítulo independiente en la política exterior de la Unión Europea, poniendo de relieve el concepto de la seguridad. Y, por supuesto, no se puede ignorar la importante conexión entre estos asuntos y el fortalecimiento de las tendencias euroescépticas. La existencia de esta lista de desafíos no resta importancia a conceptos y objetivos como el de la "autonomía estratégica" de la Unión Europea. Y en estas circunstancias, Madrid asume, por quinta vez, la presidencia de esta institución.

La última vez que España asumió la presidencia del Consejo de la Unión Europea en 2010, se destacaba la crisis financiera por la que atravesaban algunos países europeos. Pero parece que las dimensiones, la sensibilidad y las consecuencias de la situación actual no pueden compararse con la crisis financiera de hace más de una década. Estas circunstancias aumentan la importancia y responsabilidad de España.

Paralelamente a los asuntos internos de la Unión Europea, la política exterior y de seguridad debe ser considerada un espacio diferenciado, destacado y complejo de la agenda de la UE y de la presidencia española. En este ámbito, la UE se enfrenta a dos cuestiones distintas pero a la vez relacionadas: cuestiones de política exterior y de seguridad y, lo que es más importante, cómo afrontarlas. La lista de las cuestiones de la política exterior de la Unión Europea es conocida, pero la forma de manejarlas puede ser bastante diferente en cada caso. Se le atribuye a la anterior Alta Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Políticas de Seguridad, Federica Mogherini, una afirmación según la cual, la UE debería convertirse en un actor en los acontecimientos, en lugar de ser solo un pagador.

El oeste de Asia (u Oriente Medio en términos europeos), de donde vengo, es, sin duda, uno de los principales centros de acontecimientos regionales e internacionales, por lo que tradicionalmente ha sido y será el centro de atención de la Unión Europea. La seguridad marítima, la integración en el Golfo Pérsico para la estabilidad, el JCPOA, la lucha contra el terrorismo y la necesidad de hacer frente a sus consecuencias económico-sociales, y Afganistán pueden considerarse los temas más importantes en este campo.

Mantener y fortalecer la seguridad marítima en la región ha sido y sigue siendo uno de los ejes destacados por la República Islámica de Irán. Creemos que todos los países deben contribuir responsablemente a esta cuestión y beneficiarse mutuamente de ella. La experiencia ha demostrado que la presencia militar extranjera en la región no contribuye a su seguridad, más concretamente a la seguridad marítima, por lo que se debe poner fin a tales enfoques. Como primeros beneficiarios de ello, los países de la región son los mejores valedores de la seguridad marítima.

El Golfo Pérsico es el hogar histórico e inseparable de sus países costeros. Las diferencias de enfoques e intereses nacionales son naturales, pero la estabilidad, la prosperidad de las naciones, la solución de problemas transfronterizos, y etc. nos conducen hacia una amplia gama de intereses comunes, que en definitiva fortalecen los intereses nacionales de cada país de la región. La experiencia del régimen de Saddam mostró que confiar unilateralmente en foráneos conducirá eventualmente a la inestabilidad de toda la región, un asunto cuyas lamentables consecuencias pueden tener dimensiones extra regionales. El enfoque de la República de Irán de restablecer las relaciones con el Gobierno del reino de Arabia Saudí se realizó en la continuación de la política fundamental de Irán para apoyar la integración regional y resolver problemas a través del diálogo. Con el fin de lograr un mayor fortalecimiento de este enfoque en la región, la República Islámica de Irán estrecha la mano de todos los vecinos del Golfo Pérsico y países amigos, creyendo firmemente en la indivisibilidad de la estabilidad y de la prosperidad en la región.

El Acuerdo Nuclear del año 2015 (JCPOA, por sus siglas en inglés) como un exitoso símbolo del multilateralismo, constituye a su vez un ejemplo único de la voluntad de la República Islámica de Irán de resolver problemas a través de la diplomacia. Lograr este acuerdo con la participación activa del Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Políticas de Seguridad, ha creado un precedente único de participación exitosa y efectiva de la UE en la resolución de una cuestión internacional. Aunque por la salida unilateral de EE UU, en mayo de 2018, de este acuerdo, en clara violación de la Resolución 2231 del Consejo de Seguridad de la ONU y la incapacidad de los tres socios europeos para cumplir con sus compromisos, este logro se ha enfrentado con un serio desafío, con el compromiso de larga data de Irán respecto a este acuerdo, aún se mantiene abierta la ventana de su reactivación. La atención del Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Políticas de Seguridad a esta cuestión, ha creado una gran oportunidad para la cooperación entre las partes. Respetar el derecho de la nación iraní al desarrollo, incluso en el desarrollo de la tecnología nuclear, poner fin a la violación de los derechos de la nación iraní a través de medidas coercitivas unilaterales en forma de sanciones ilegales que, según la Relatora Especial de la ONU, Alena Douhan, se han traducido lamentablemente en “significantes violaciones de derechos humanos”, y finalmente cumplir con los requisitos del Tratado de No Proliferación – una cuestión en la que las llamadas potencias nucleares desafortunadamente no han mostrado el más mínimo compromiso a sus claras obligaciones en virtud de este tratado-, constituye el triángulo del éxito para la reactivación de este acuerdo.

La amenaza sin precedentes del terrorismo que, con la formación y rápida expansión de ISIS (Daesh) en varios países de la región, había llegado a las profundidades de Europa, ahora ha terminado con un alto precio pagado por las naciones de la región. Tanto observadores como políticos destacados de la región han reconocido públicamente que ISIS (Daesh) fue derrotado por el mando efectivo y el sacrificio de los asesores iraníes. Pero las consecuencias económicas/sociales siguen siendo preocupantes. La reconstrucción de los países afectados y el regreso de millones de refugiados sirios son inevitables.

Desde la ocupación por la Unión Soviética hasta la actualidad, el pueblo afgano ha pagado, prácticamente, el precio de la política miope de Estados Unidos de América. La primera vez, después de la derrota de la invasión y la retirada soviética, esta nación oprimida fue abandonada. El efectivo apoyo de Irán propició, en la Conferencia del año 2001 de Bonn, el éxito de la diplomacia para formar un gobierno de unidad nacional, que lamentablemente no perduró por problemas internos e injerencias extranjeras. Después de dos décadas de la misión fallida de la Coalición en Afganistán, parece que incluso esta vez también esta nación se ha quedado sola y sus derechos humanos básicos se enfrentan a un serio desafío. La República Islámica de Irán considera inevitable la formación de un gobierno inclusivo y el respeto a los derechos humanos para avanzar hacia la mejora de la situación en Afganistán.

La experiencia ha demostrado que dejar las brechas creadas por las crisis de seguridad y políticas/sociales, tal como ocurrió con las consecuencias del terrorismo y la situación en Afganistán, no contribuye a la seguridad colectiva en el mundo interconectado de hoy.

Irán y la Unión Europea han tenido una cooperación estrecha y a veces efectiva durante mucho tiempo. Los casos enumerados, representan cuestiones o incluso intereses comunes. Sin duda, hay más cuestiones y que cada relación supone a la vez algunas diferencias de puntos de vista y de intereses. La República Islámica de Irán es un actor clave con un papel constructivo en el oeste de Asia y en el Golfo Pérsico; donde la Unión Europea tiene ciertos intereses. España, como país mediterráneo, es el país y la cultura más cercana a esta región. Este hecho, junto con cuatro siglos de relaciones amistosas entre Irán y España, ha proporcionado una oportunidad única para revisar y mejorar el enfoque de la Unión Europea hacia la región, con el fin de desempeñar un papel más eficaz. Adoptar el realismo y respetar a los demás en la tradición de la diplomacia española, es el garante del éxito de Madrid en su presidencia rotativa de la UE. La República Islámica de Irán saluda estrechas consultas con la presidencia española y expresa su disposición para ello.