Unión Europea

La presidenta de Moldavia, Maia Sandu, pide a la UE un «Plan Marshall» para su país y Ucrania

Chisináu, que inició el 7 de febrero las conversaciones de adhesión al bloque comunitario, tiene el segundo PIB per cápita más bajo de Europa

Brussels (Belgium), 29/04/2024.- Moldova's President Maia Sandu (L) is welcomed by European Council President Charles Michel ahead of a meeting at the European Council in Brussels, Belgium, 29 April 2024. (Bélgica, Moldavia, Bruselas) EFE/EPA/OLIVIER MATTHYS
Moldova' President Sandu meets European Council President Michel in BrusselsOLIVIER MATTHYSAgencia EFE

La presidenta prooccidental de Moldavia, Maia Sandu, ha pedido este lunes a la Unión Europea que impulse un «Plan Marshall» para financiar proyectos de desarrollo en su país y también en Ucrania, castigada por los efectos de la invasión rusa. «De la misma forma que el Plan Marshall estadounidense ofreció a Europa Occidental un salvavidas económico tras la Segunda Guerra Mundial, Moldavia y Ucrania necesitan un equivalente en el siglo XXI por parte de la Unión Europea», apuntó en el marco de la conferencia presupuestaria anual de la UE en Bruselas.

Moldavia, que recibió el pasado año luz verde para iniciar las conversaciones de adhesión al bloque comunitario junto con Ucrania –comenzaron el 7 de febrero–, tiene el segundo PIB per cápita más bajo de Europa. «El Plan Marshall se concibió para demostrar a un continente exhausto que el capitalismo y la democracia eran un camino mejor que todo lo que ofrecía el comunismo. La versión moderna de hoy también tendrá que ofrecer una esperanza similar a aquellos de nosotros que nos estamos abriendo camino hacia la adhesión a la UE», defendió la presidenta moldava, en línea con las reclamaciones de su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, y otras voces continentales como la de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, o el canciller alemán, Olaf Scholz.

Según las estimaciones de la ONU publicadas en febrero, la reconstrucción de Ucrania podría costar 486.000 millones de dólares en la próxima década, unos 75.000 millones más de lo previsto en 2023. En este sentido, Sandu instó en su discurso a que los fondos del bloque no solo sirvan para financiar proyectos críticos ecológicos, digitales y de infraestructuras, sino que también busquen «proteger los valores» amenazados por «fuerzas con una visión oscura» para el continente europeo.

«Los presupuestos trataban de las tuercas y los tornillos del progreso económico y social, de cómo deberíamos invertir en educación, tecnología, la transición verde y muchas otras necesidades importantes», expresó Sandu. «Todavía tenemos que hacer todo eso, pero también tenemos que invertir en salvar vidas, devolver la paz y defender la libertad en momentos clave de la historia».

La mandataria prooccidental se mostró optimista sobre la capacidad de Europa para hacer frente a los retos de seguridad que plantea la guerra de Rusia en Ucrania: «Europa siempre ha dado un paso al frente y ha encontrado los recursos para ayudar, porque los europeos creemos que la expansión del mal sólo puede detenerse mediante la ampliación de la bondad».

Sandu afrontará un clima especialmente tenso a nivel interno en las próximas semanas. Moldavia celebra elecciones presidenciales en otoño, y la actual mandataria ya anunció meses atrás que buscaría la reelección. Sandu, que gobierna desde 2021 como líder del liberal Partido de Acción y Solidaridad (PAS, por sus siglas), ha visto caer su popularidad en los últimos meses. Según las encuestas, poco más del 25% del electorado está dispuesto a votar de nuevo a su formación en comparación con el 53% que lo hizo hace tres años. La falta de avances en la lucha contra la corrupción y la reforma de las instituciones ha pasado factura a los de Sandu, que fían sus posibilidades de revalidar la presidencia al éxito del proceso de adhesión a la Unión Europea.