EE UU

El presidente Biden guarda silencio sobre la imputación de Trump

El presidente Biden guarda silencio sobre la imputación de Trump

Washington (United States), 04/04/2023.- US President Joe Biden meets with the members of his Council of Advisors on Science and Technology in the State Dining Room at the White House in Washington, DC, USA, 04 April 2023. (Estados Unidos) EFE/EPA/Yuri Gripas / ABACA / POOL
El presidente de EE UU, el demócrata Joe BidenYuri Gripas / ABACA / POOLAgencia EFE

Que Donald Trump se haya convertido en el primer expresidente de EE UU en ser imputado y enfrentar un largo y complejo proceso deja una incertidumbre en la escena política del país que los demócratas han preferido afrontar con el más absoluto silencio.

El presidente Joe Biden calla y el resto de los demócratas le siguen, replicando su silenciosa estrategia a rajatabla. No hay precedentes de nada parecido. Precisamente por esa misma razón, tampoco ningún protocolo de actuación ante tan surrealista escenario político.

La cuenta atrás para las trascendentales elecciones presidenciales de 2024 ya ha comenzado y el líder demócrata, cuya candidatura aún no ha confirmado, se juega la potencial reelección que daría continuidad a la agenda de su Administración durante cuatro años más en la Casa Blanca. En los últimos días, coincidiendo con el regreso estelar de Trump a la esfera mediática, Biden ha preferido centrar sus visitas oficiales y discursos en hablar de la economía y el empleo, de infraestructura y cambio climático, del control de armas, la salud mental e incluso de la ciencia, pero no ha dicho ni una sola palabra del proceso penal que afronta el expresidente republicano, quien además fue su contrincante en las presidenciales de 2020 y a quien arrebató sus aspiraciones a la reelección.

Desde la Casa Blanca, Biden respondió en diversas ocasiones a los periodistas que explícitamente le preguntaron por el culebrón judicial de Trump con no uno, sino hasta con seis altos y claros: «No voy a hacer ningún comentario sobre eso». Ayer, preguntada al respecto la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, aseguró que si bien Biden está «obviamente» al tanto, este asunto «no es el centro de su atención».

El resto de los integrantes del Partido Demócrata parecen haber replicado, a todos los niveles y en clave electoral, la dinámica del presidente estadounidense y guían sus apariciones en público manteniendo una prudente distancia con respecto a sus rivales políticos, sin entrar a valorar ni las causas ni mucho menos ninguna de las posibles consecuencias políticas de la imputación contra el que todavía lidera el Partido Republicano. También en las encuestas de intención de voto.

Los líderes de ambas formaciones políticas, que siempre han mantenido el índice de popularidad casi a la par, se distancian drásticamente tras los últimos acontecimientos con un 42% de aprobación de Biden frente al 34% de Trump, según la más reciente encuesta de FiveThirthyEight, elaborada entre el 25 de marzo y el 2 de abril. En cuanto a la desaprobación, el presidente demócrata también supera a su rival por un margen de 6 puntos porcentuales: los encuestados otorgan al presidente un 52% de desaprobación, frente al 58% del expresidente.

Otro sondeo reciente de CNN realizado por SSRS muestra que el 60% de los estadounidenses aprueba la acusación contra el expresidente Donald Trump y tres cuartas partes de los encuestados creen que la política tuvo algo que ver a la hora de imputarle, con un 52% que considera que ese hecho jugó un papel importante.

Trump y una gran mayoría de republicanos que le apoyan en esta batalla judicial acusan a sus adversarios demócratas de «utilizar la Justicia como arma para castigar a un oponente político», denunciando una vez más estar sometido a «una caza de brujas contra él». Pero lo cierto es que la acusación de la Fiscalía de Nueva York, la menos relevante de todas las investigaciones que tiene en marcha, ha movilizado a su base electoral y le ha permitido recaudar en pocos días cerca de 7 millones de dólares.

A Trump le funciona hacerse la víctima. Y ningún mecanismo legal podría impedirle que optara a las elecciones desde el banquillo de los acusados o incluso que ganara la Presidencia de EE UU desde la cárcel, en otro posible escenario difícil por ahora de imaginar.

Mientras tanto, Biden observa la tormenta desde la distancia, sin inmutarse, siguiendo al pie de la letra ese proverbio chino que sugiere aplicar la inactividad en momentos como este, con aquello de «Siéntate pacientemente junto al río y verás pasar el cadáver de tu enemigo flotando».