El presunto filtrador de los documentos secretos del Pentágono comparece ante un tribunal de Boston

Jack Teixeira, el principal sospechoso de la filtración de los documentos secretos del Pentágono, ha testificado hace unos minutos ante el Tribunal de Distrito de Boston.

El juez federal David Hennesy ha acusado al joven de 21 años de los cargos de retención y difusión no autorizadas de información de seguridad nacional, por un lado, y de extracción y retención no autorizadas de material clasificado, por otro. Cada uno conlleva penas de prisión de hasta 15 años.

La denuncia presentada por el FBI condensa en 11 páginas los indicios que se han hecho públicos en las últimas horas. El miembro del área de inteligencia de la Guardia Nacional Aérea de Massachussets habría sido el encargado de difundir los documentos a través de un servidor privado en la red social Discord, subraya el informe.

El fiscal general del Estado, Merrick Garland, adelantó el jueves en un escueto comunicado que Teixeira deberá hacer frente a la Ley de Espionaje. Las autoridades estiman que la filtración es la más grave de la última década, desde la aparición de Wikileaks.

El miembro de la Guardia Nacional Aérea de Massachusetts permanecerábajo custodia policial hasta el próximo miércoles, cuando está fijada una nueva vista oral.

Los investigadores están convencidos de la culpabilidad de Teixeira, que trabajaba como “jornalero de sistemas de transporte cibernético”, según la jerga militar. Era responsable de mantener en funcionamiento las redes de comunicación en la base aérea de Otis, en el este del Estado de Massachussetts, un cargo que, pese a su bajo rango, le habría permitido acceder a los documentos.

En la audiencia ante el juez instructor del caso estuvo presente su abogado Brendan Kelley, un letrado de oficio, y varios miembros de su familia, recoge la prensa local.

Teixeira fue detenido en la tarde del jueves en su residencia familiar de North Dighton. Una docena de agentes fuertemente armados del FBI irrumpió en la escena horas después de que las investigaciones del Washington Post y del New York Times dieran pistas sobre la identidad del joven militar.

Las autoridades continúan haciendo un balance de daños de las filtraciones, que han destapado las actividades de espionaje de Estados Unidos sobre adversarios y aliados. Algunos de los documentos compartidos por Teixeira en el foro, del que formaban parte al menos una veintena de personas, jóvenes y adolescentes, tenían apenas 40 días de antigüedad, y en su mayoría guardaban relación con la guerra de Ucrania.

El secretario de Defensa, Lloyd Austin, declaró después de la detención de Teixeira que “seguiría revisando las implicaciones para la seguridad nacional” y aseguró que “no dudaría en tomar cualquier medida adicional necesaria para salvaguardar los secretos de nuestra nación”.