Primer lanzamiento del un caza chino J-15T con catapulta electromagnética

El buque portaeronaves "Fujian" de China ejecuta su primer despegue con catapulta electromagnética, intensificando la rivalidad con EE. UU.

La Armada del Ejército Popular de Liberación ha ejecutado un ensayo de despegue de un caza J-15T desde el portaaviones Fujian, equipado con un avanzado sistema de catapulta electromagnética, según imágenes emitidas por la estatal CCTV. Este logro, presentado durante las celebraciones del 98º aniversario del EPL, consolida a China como un contendiente directo de Estados Unidos en el dominio naval y, como no, eleva la tensión en el Estrecho de Taiwán.

El vídeo, integrado en la serie Forjando el Futuro, muestra la silueta de un J-15T elevándose desde la cubierta del único navío chino con tecnología de catapulta comparable al USS Gerald R. Ford estadounidense. “Parámetros confirmados, posición dos autorizada para despegue”, se escucha desde el centro de mando, según el material difundido el domingo en el portal de CCTV. Este avance posiciona al Fujian para entrar en servicio operativo antes de finales de este año , según fuentes oficiales.

Song Zhongping, analista militar, interpreta este desarrollo como “una demostración inequívoca del compromiso de Pekín para proyectar supremacía en el Indo-Pacífico y desafiar la hegemonía de Washington y sus aliados”. El experto destaca que la capacidad del Fujian para desplegar aeronaves de mayor envergadura y alcance “podría alterar el equilibrio de poder en un eventual enfrentamiento por Taiwán, donde el control aéreo es decisivo”. “La isla rebelde”, considerada por Pekín como territorio propio, ha reforzado su vigilancia ante las maniobras navales chinas cada vez más frecuentes.

Dotado de tecnología de punta, este navío de guerra fortalece la ambición de China de igualar a las potencias marítimas occidentales y lanza una advertencia estratégica a Taiwán, Japón y Estados Unidos. En un escenario de creciente fricción, con ejercicios militares chinos intensificados cerca del territorio autogobernado, Song subraya que “este hito reafirma la disposición de Pekín para respaldar sus pretensiones territoriales con poderío bélico”.